
El secretario de Relaciones Exteriores (SRE), Juan Ramón de la Fuente, ha descartado de manera contundente cualquier posibilidad de un conflicto diplomático con China, a pesar de que el gobierno mexicano está considerando la imposición de aranceles a naciones con las que no tiene acuerdos comerciales. En una conferencia de prensa, el funcionario aseguró que la relación entre México y el gigante asiático sigue siendo “muy productiva y cordial”, basándose en un diálogo franco y amistoso.
De la Fuente explicó que la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum ha mantenido un contacto directo con las representaciones diplomáticas de los países potencialmente afectados. Este esfuerzo busca informar de manera oportuna sobre la revisión de tarifas que forma parte de una estrategia económica más amplia. La comunicación constante y transparente es vista como la mejor manera de mantener las buenas relaciones, a pesar de los ajustes que México está haciendo para priorizar sus propios intereses económicos.
El diálogo como pilar de la política exterior
El canciller detalló que, como parte de este proceso, ha tenido varias reuniones con el embajador de China en México, Chen Daojiang. Estos encuentros, que han sido frecuentes en las últimas semanas, tienen como objetivo informar sobre los alcances del “Plan México” y las nuevas oportunidades comerciales que se abrirían con estos ajustes. De la Fuente enfatizó que el diálogo es una tarea fundamental de la diplomacia encomendada por la presidenta Sheinbaum, y que a través de este se busca explicar los cambios en función de las prioridades del país.
Este acercamiento se enmarca en una revisión más amplia de los esquemas de comercio que México tiene con todas las naciones con las que no hay un tratado de libre comercio. La medida se alinea con los principios de la Organización Mundial de Comercio (OMC), específicamente el de nación más favorecida, que busca la equidad en las relaciones comerciales internacionales. Este proceso no es una decisión unilateral, sino una estrategia para fortalecer la posición económica de México en el mercado global.
Contexto global de aranceles y el principio de la OMC
De la Fuente también se refirió a las conversaciones que México mantiene con sus socios del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), destacando la solidez de esa relación. Señaló que la labor de México es seguir trabajando con ellos “como lo que somos: socios y miembros de una región”. La coexistencia de esta estrategia arancelaria con un tratado comercial como el T-MEC subraya la complejidad de la política exterior mexicana, que busca diversificar y fortalecer sus lazos comerciales sin romper los ya existentes.
Este movimiento estratégico de México, al considerar la imposición de aranceles, no es un fenómeno aislado. Varios países alrededor del mundo han optado por medidas similares para proteger sus industrias locales y equilibrar sus balanzas comerciales. La revisión de tarifas forma parte de un esfuerzo global por redefinir las reglas del comercio internacional en un mundo cada vez más competitivo. La política arancelaria de México, aunque pueda parecer controversial, es un reflejo de esta tendencia global de buscar una mayor soberanía económica.