
11 SEPTIEMBRE 2025- INTERNACIONAL- Nueva York conmemora hoy, 24 años después, los trágicos atentados del 11 de septiembre de 2001. En la Zona Cero de Manhattan, se llevaron a cabo ceremonias para recordar a las casi 3,000 víctimas de los ataques que cambiaron el curso de la historia. A pesar de que la conmemoración busca unir a la nación en el duelo, este año se celebra en un ambiente político tenso, marcado por una profunda división.
Los neoyorquinos, junto a familiares de las víctimas, se unieron en un minuto de silencio a las 8:46 a.m., el momento exacto en que el primer avión impactó contra la Torre Norte del World Trade Center. Los nombres de los fallecidos fueron leídos en la Zona Cero, un ritual que se repite año tras año. Esta conmemoración del 11 de septiembre es un recordatorio de la vulnerabilidad de la nación.
Sin embargo, la conmemoración se ha visto ensombrecida por la política. El asesinato del activista conservador Charlie Kirk, un aliado de Donald Trump, ha generado una gran tensión. El presidente Trump no asistió a las ceremonias en Manhattan, prefiriendo asistir a un partido de béisbol. Su vicepresidente, JD Vance, también se ausentó para viajar a Utah y dar el pésame a la familia de Kirk. .
La política se infiltra en la conmemoración y la campaña electoral en Nueva York

La conmemoración del 11 de septiembre también se ha visto afectada por la divisiva campaña electoral para la alcaldía de Nueva York. El candidato demócrata socialista Zohran Mamdani, un musulmán, se enfrenta al exgobernador Andrew Cuomo y al actual alcalde Eric Adams. El presidente Trump ha atacado repetidamente a Mamdani, llamándolo «lunático comunista», y un legislador republicano ha pedido su deportación.
El candidato Mamdani ha dicho al New York Times que el 11-S marcó el momento en que muchos neoyorquinos fueron vistos como «el otro», en alusión al aumento de ataques islamófobos tras los atentados. La campaña electoral en Nueva York es un claro reflejo de la polarización política que vive el país.
La conmemoración del 11 de septiembre debería ser un momento de unidad, un llamado a la reflexión sobre el valor de la vida y el respeto a la diversidad. Sin embargo, este año, la conmemoración se ha convertido en un campo de batalla político, lo que es un recordatorio de que las heridas del 11-S siguen abiertas y que la nación sigue dividida. La conmemoración debería ser una oportunidad para que los líderes políticos, de todos los partidos, se unan y envíen un mensaje de paz y unidad, en lugar de utilizar el evento para atacar a sus oponentes. Es un llamado a la reflexión sobre la necesidad de sanar las heridas que siguen abiertas y de construir un futuro más unido y respetuoso.
