
Kendall Jenner, la famosa supermodelo de 29 años, ha sorprendido al mundo con una decisión que muchos no esperaban: Kendall anunció que planea retirarse del mundo del modelaje para dedicarse a algo que siente más auténtico y personal. En una reciente entrevista para Vogue, compartió que quiere pasar de caminar en pasarelas de marcas como Chanel, Versace o Balmain, a diseñar espacios del hogar, algo que la apasiona desde hace tiempo.
La modelo cuenta que, pese al éxito y reconocimiento global, nunca se sintió completamente cómoda en un entorno tan superficial. Jenner dice que lo que más le atrae ahora es una vida más sencilla, más real. Un día donde pueda ponerse ropa cómoda, no usar maquillaje y dedicarse a su creatividad lejos del foco de los flashes.
Un cambio motivado por la autenticidad
Desde pequeña, Kendall vivió bajo la mirada pública. Debutó al público en Keeping Up With the Kardashians a los 11 años, y desde entonces su vida ha sido observada con lupa. Aunque eso le dio fama, también implicó retos: compaginar una infancia casi normal con amistades anteriores al programa, escuela regular, y la presión constante de la imagen.
Ahora, ese bagaje le sirve como brújula para elegir caminos que le ofrezcan paz interior. La diseñadora de interiores —como ella misma se identifica al pensar en su futuro— encuentra su refugio en detalles sencillos, como espacios acogedores, el disfrute de su hogar en Los Ángeles, o su pasión por los caballos, en competiciones donde participa bajo otro nombre para preservar su anonimato.
¿Qué implica este cambio para la industria?
Si realmente Kendall Jenner deja el modelaje para dedicarse al diseño, sería un caso paradigmático. No es la primera celebridad que diversifica su carrera, pero sí destaca por haberse formado en lo más alto del modelaje y decidir dar un salto gigantesco hacia otra disciplina creativa. Será interesante ver cómo traslada su fama, estética y recursos al mundo del diseño arquitectónico o de interiores. ¿Podrá competir con profesionales que han estudiado formalmente esa disciplina? ¿Cómo integrará su estilo personal?
Este tipo de transición también invita a reflexionar: ¿qué valor damos a la autenticidad en una industria basada en la apariencia? Kendall parece estar diciendo que ese valor, para ella, pesa más que los contratos prestigiosos. Para la industria del modelaje, puede ser una llamada de alerta sobre agotamientos, expectativas tóxicas o búsquedas de sentido más allá del glamour.
Además de lo que ya sabemos, se ha visto que Kendall Jenner ha invertido en bienes raíces y diseño interior como hobbie desde hace años. Informes inmobiliarios indican que ha participado en el diseño de casas lujosas, colaborado con decoradores y aprovechado sus redes sociales para mostrar interiores como parte de su marca personal. Esta experiencia previa le da una ventaja si decide formalizar su compromiso con el diseño de hogares. También cabe destacar que el mercado del diseño interior tiene hoy una demanda creciente, especialmente de espacios que combinan lujo con sostenibilidad y bienestar, algo que coincide con muchos de los intereses actuales de Kendall, según sus declaraciones.
El anuncio de Kendall rompe varios esquemas: el de la modelo que busca permanecer en el escenario, el de la fama eterna, el de la persona pública que nunca baja la guardia. Su decisión de buscar algo que la haga sentir plena y más real puede ser vista como un acto valiente. No obstante, no estará exento de desafíos: credibilidad profesional, expectativas del público, responsabilidad de reinventarse sin perder lo que la hizo grande.