
Ciudad de México. El Gobierno de México, a través del secretario de Economía, Marcelo Ebrard, ha propuesto un aumento en los aranceles a autos chinos, que podría llegar hasta el 50%. La medida busca proteger alrededor de 320 mil empleos relacionados con la industria automotriz en el país. Ebrard argumentó que los precios de los vehículos fabricados en Asia están por debajo de un «precio de referencia», lo que distorsiona el mercado y afecta a la manufactura local.
Esta propuesta forma parte del Paquete Económico 2026 del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum. La intención es clara: impulsar la industria nacional y aplicar aranceles a países con los que México no tiene un Tratado de Libre Comercio, como China, Corea del Sur, India y otros. Los aranceles a autos chinos y de otros países, como se plantea, buscan nivelar la competencia y fomentar la producción nacional, aunque los expertos prevén que el consumidor final será quien asuma el costo.
Medida para Proteger el Empleo y el Mercado Local
Según la Secretaría de Economía, los empleos que se busca proteger con esta medida se concentran en grandes centros industriales como Nuevo León, Jalisco, Estado de México, Ciudad de México y Querétaro. La propuesta, que parece tener un fuerte respaldo político, deberá ser aprobada por el Congreso, donde el partido Morena cuenta con una amplia mayoría. Se espera que el proceso legislativo sea rápido.
Una vez aprobada, la nueva tarifa entrará en vigor 30 días después de su publicación en el Diario Oficial de la Federación. El objetivo de los aranceles a autos chinos es, según las autoridades, corregir las distorsiones de precios y garantizar la viabilidad de la industria automotriz mexicana. Sin embargo, la medida podría tener un efecto directo en los bolsillos de los consumidores mexicanos, quienes podrían ver un aumento significativo en el costo de los vehículos importados de Asia.
Además de los vehículos, la presidenta Claudia Sheinbaum ha planteado un plan más amplio, el “Plan México”, que busca impulsar la manufactura en todo el país a través de la aplicación de aranceles a países que no cuentan con acuerdos comerciales. La propuesta se enfoca en que la manufactura local gane terreno en un mercado cada vez más globalizado.

Impacto en los Consumidores y en el Mercado Automotriz
Si bien el objetivo principal de la medida es la protección del empleo y la industria nacional, es inevitable que el aumento en los aranceles tenga un impacto directo en el consumidor. Los autos de marcas como BYD, Chirey y Changan, entre otras, se han vuelto populares en México en los últimos años debido a sus precios competitivos. Con el aumento propuesto, es probable que estas marcas incrementen sus precios, lo que podría reducir su atractivo y su cuota de mercado.
Este escenario podría beneficiar a las marcas que manufacturan en México, pero a costa de la competencia. A pesar de que los aranceles a autos chinos puedan parecer una solución simple, el mercado automotriz es complejo y está interconectado. Las empresas asiáticas podrían buscar alternativas, como la instalación de plantas de producción en México, lo que podría generar empleo, pero también requeriría tiempo e inversión considerable.
Información adicional sobre aranceles y la OMC
El aumento de aranceles a productos importados es una herramienta común de política comercial utilizada por los gobiernos para proteger sus industrias nacionales. Sin embargo, su aplicación está regulada por la Organización Mundial del Comercio (OMC), de la cual México es miembro. Aunque los países tienen margen para aplicar aranceles de manera unilateral, estas medidas pueden ser objeto de disputas comerciales si se considera que violan los principios de la OMC, como el trato de nación más favorecida. La OMC busca promover el libre comercio y reducir las barreras arancelarias. Por lo tanto, un aumento significativo de aranceles podría generar una reacción de países como China y otros miembros, que podrían presentar quejas formales, lo que abriría la posibilidad de sanciones o represalias comerciales. El gobierno mexicano deberá justificar la medida como necesaria para contrarrestar prácticas desleales, como el «dumping» (venta por debajo del costo de producción), para evitar un conflicto comercial mayor.
