10 DE SEPTIEMBRE DEL 2025- INTERNACIONAL. Polonia ha denunciado una «violación sin precedentes» de su espacio aéreo luego de que, según el gobierno polaco, al menos tres drones rusos fueran derribados por aviones de la OTAN y de su propio país. El primer ministro, Donald Tusk, informó que se registraron 19 incursiones, algunas de las cuales penetraron lo suficiente en el territorio polaco como para obligar al cierre temporal de cuatro aeródromos, incluido el principal aeropuerto de Varsovia. Tusk calificó el incidente como una «provocación» y destacó que esta es la primera vez que drones rusos son derribados sobre un territorio miembro de la OTAN desde el inicio de la invasión a Ucrania en 2022.
La respuesta inmediata y la reacción de la OTAN
La incursión de los drones rusos provocó una respuesta inmediata de Polonia y sus aliados. Aviones de combate de la OTAN y polacos fueron desplegados durante varias horas para derribar las aeronaves no tripuladas. La operación concluyó cerca de las 7:30 a.m. hora local, sin dejar víctimas registradas. En respuesta a la grave situación, Donald Tusk solicitó la invocación del Artículo 4 del tratado de la OTAN, que permite a los países miembros iniciar consultas formales para discutir una amenaza a su seguridad. La OTAN, que cuenta con 32 miembros, tiene como principio fundamental el Artículo 5, el cual considera un ataque contra uno como un ataque contra todos.
Mientras Polonia y sus aliados evaluaban la situación, el Kremlin se pronunció a través de su portavoz, Dmitri Peskov, quien inicialmente se negó a comentar sobre el incidente, derivando el asunto al Ministerio de Defensa ruso. Este último emitió un comunicado afirmando haber realizado un «ataque masivo» contra objetivos militares-industriales en el oeste de Ucrania, pero insistió en que «no había planes de atacar instalaciones en territorio polaco». Por su parte, el viceministro de Defensa de Bielorrusia, Pavel Muravyeika, sugirió que la entrada de los drones rusos al espacio aéreo polaco fue accidental, debido a un bloqueo de sus sistemas de navegación.
Varios países de la OTAN mostraron su solidaridad con Polonia. El secretario general de la alianza, Mark Rutte, calificó la violación como un «comportamiento imprudente», y el embajador de Estados Unidos ante la OTAN, Matthew Whitaker, reafirmó el compromiso de su país de «defender cada centímetro del territorio de la OTAN». Otros líderes, como el primer ministro de Reino Unido, Keir Starmer, y el presidente de Letonia, Edgars Rinkēvičs, condenaron la acción de Rusia y destacaron la amenaza que representa para la seguridad de toda Europa. La incursión de los drones rusos ha servido como un duro recordatorio de la vulnerabilidad de la región.
Una provocación estratégica
Analistas de la BBC como Katy Watson señalan que los ataques aéreos rusos son cada vez más «descarados» y que la incursión de los drones rusos en Polonia es una clara señal de una escalada. El cierre del aeropuerto de Varsovia y el despliegue de aviones de combate polacos y de la OTAN reflejan el pánico y la seriedad con la que se toma esta nueva amenaza. Los expertos coinciden en que Rusia podría estar probando la determinación de la OTAN y de Occidente. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenski, también calificó la entrada de los drones rusos como un «precedente extremadamente peligroso para Europa».
La situación se intensifica, y la estrategia de Moscú parece ser la de evaluar las reacciones de la alianza de defensa más grande del mundo. Si bien el presidente Vladimir Putin ha negado cualquier intención de atacar a los países de la OTAN, las acciones en el terreno parecen contradecir sus palabras. El incidente de los drones rusos en Polonia pone en relieve la fragilidad de la seguridad europea y la necesidad de una postura unificada y firme por parte de los aliados para disuadir futuras provocaciones.
