En una postura firme, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, desestimó la denuncia presentada por el panista Federico Döring en contra de Andy López Beltrán, hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador. Sheinbaum no se anduvo con rodeos y calificó el acto como «pura politiquería», sugiriendo que la acusación carece de un verdadero sustento legal y tiene motivaciones netamente políticas. Este es un nuevo capítulo en el constante enfrentamiento entre la oposición y la actual administración.
La presidenta Claudia Sheinbaum no solo restó importancia a la denuncia, sino que también puso en duda la credibilidad del denunciante. Su declaración “es pura politiquería” resalta la percepción de que la acción de Döring es parte de una estrategia para desgastar al gobierno y a la familia del expresidente López Obrador. La mandataria dejó claro que, si bien la acusación debe ser investigada, el caso debe ser tratado por la Fiscalía General de la República (FGR), y no en el ámbito mediático o político.
El caso corresponde a la FGR
La presidenta Claudia Sheinbaum fue muy clara al indicar que el caso debe ser manejado por la instancia correspondiente, la FGR. Al delegar la responsabilidad a la Fiscalía, la mandataria busca evitar que el tema se convierta en un circo político y que las investigaciones se realicen conforme a la ley. Esta postura busca sentar un precedente de que las acusaciones, sin importar de quién vengan, deben seguir el cauce legal establecido y no ser utilizadas para fines políticos.
El hecho de que la presidenta Claudia Sheinbaum haya reaccionado de manera tan contundente a la denuncia de Döring, muestra la importancia del tema en la agenda política. Sin embargo, su decisión de no profundizar en los detalles y de remitir el asunto a la FGR, es una señal de que el gobierno no se dejará enredar en lo que considera una estrategia de la oposición. La declaración “es pura politiquería” resume la posición oficial sobre el tema.
El valor de la declaración presidencial
La denuncia contra el hijo del expresidente, por parte de un miembro del Partido Acción Nacional (PAN), no es un hecho aislado. Se inscribe en un contexto de confrontación política constante, donde las acusaciones cruzadas son la norma. Sin embargo, la reacción de la presidenta Claudia Sheinbaum, al calificar la denuncia como «pura politiquería» y remitir el asunto a la FGR, marca una estrategia para manejar este tipo de situaciones. El mensaje es claro: el gobierno no se prestará a la confrontación mediática y, en su lugar, se apegará al debido proceso.
Como valor agregado a la nota, la acusación de Federico Döring contra Andy López Beltrán, si bien es mediática, carece de un impacto directo en la gobernabilidad o en las políticas públicas. La reacción de la presidenta Sheinbaum al calificarla de «politiquería» busca precisamente separar las disputas políticas de la administración pública. Este enfoque sugiere que el gobierno priorizará el trabajo institucional y evitará caer en el juego de acusaciones que, en última instancia, no benefician a los ciudadanos. El mensaje de la presidenta busca mantener la atención en su agenda de gobierno y no en las controversias que buscan desviar la atención.
