En un contundente mensaje, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, acusó al líder del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Alejandro «Alito» Moreno, de una profunda contradicción política. La mandataria señaló que mientras algunos gobernadores priistas han reconocido su trabajo y se han declarado a favor de su proyecto, el dirigente nacional del tricolor viajó a Washington para denunciar supuestos vínculos de su gobierno con el narcotráfico. Sheinbaum no se anduvo con rodeos y calificó el acto de Moreno como un «vendepatrias», un término que resalta la gravedad de su postura y su intención de pedir la intervención de un país extranjero en asuntos de la nación.
La crítica de la presidenta Claudia Sheinbaum subraya una dualidad en el PRI. Por un lado, la actitud conciliadora de gobernadores como los de Durango y Coahuila, quienes han manifestado su apoyo a la administración federal. Por otro lado, la confrontación directa de Alito Moreno, quien optó por llevar las diferencias políticas a un foro internacional. Este contraste evidencia una posible fractura interna en el partido, donde no todos sus líderes comparten la misma estrategia de oposición. La acusación de Claudia Sheinbaum pone en tela de juicio la lealtad de Moreno hacia los intereses nacionales, al buscar apoyo en el extranjero para sus fines políticos.
Posturas encontradas en el PRI
El señalamiento de la presidenta Claudia Sheinbaum se produce tras la visita de Alito Moreno a Washington, donde, según la mandataria, el líder priista buscó la intervención de Estados Unidos en la política interna de México. La acusación de Moreno sobre supuestos lazos del gobierno con el crimen organizado es una de las más serias que se han hecho desde la oposición. Sin embargo, la respuesta de Sheinbaum fue igualmente contundente, al calificar su acción como una traición a la patria. Esta confrontación directa entre la líder del Ejecutivo y el dirigente del principal partido de oposición marca un nuevo capítulo en la política nacional.
En este contexto, la presidenta Claudia Sheinbaum destacó la buena relación institucional que mantiene con los gobernadores de oposición. A pesar de las diferencias partidistas, la mandataria resaltó que la colaboración con los gobernadores panistas y otros opositores es constante y productiva. «Cuando hay elecciones, ya los partidos hacen su trabajo. Pero en el día a día, hay colaboración», afirmó Sheinbaum. Este mensaje contrasta con su crítica a Alito Moreno y resalta la importancia de la coordinación entre los distintos niveles de gobierno para el beneficio de la población, sin importar las afiliaciones políticas.
La política y la colaboración institucional
La presidenta Claudia Sheinbaum hizo hincapié en la importancia de separar las diferencias políticas de la colaboración institucional. En su opinión, las contiendas electorales son un asunto de partidos, pero la gobernabilidad y el bienestar de la ciudadanía requieren un trabajo conjunto. Esta visión pragmática de la política es una de las señas de su administración. El hecho de que Sheinbaum resalte su buena relación con mandatarios de oposición demuestra su interés en construir puentes y buscar consensos, incluso con aquellos que no comparten su misma ideología.
Como valor agregado a la nota, la visita de Alejandro Moreno a Washington no es un hecho aislado. En los últimos años, ha sido una práctica recurrente de líderes de oposición en diversos países de América Latina buscar el apoyo de organismos internacionales o gobiernos extranjeros para ejercer presión sobre sus gobiernos. Sin embargo, la acusación de Claudia Sheinbaum es particularmente dura, pues tacha la acción de Alito de «vendepatrias», un término que evoca pasajes de la historia mexicana donde se han cometido actos similares. Esto pone en el centro del debate la lealtad de los políticos hacia su país, especialmente en momentos de tensión y polarización.
