Niki Lauda tiene algunas cosas en común con Toto Wolff. Además de ser austriacos, ambos salieron vivos casi de milagro del circuito alemán de Nurburgring Nordschleife. Lauda, una leyenda de Ferrari, sufrió graves quemaduras tras un accidente en el trazado que fue bautizado como el ‘Infierno Verde’, mientras que Toto Wolff libró la muerte en 2009, durante sus últimos años como piloto.
A diferencia de Niki Lauda, Toto Wolff no llegó a la Fórmula 1, aunque consiguió un patrocinio de Red Bull y como piloto de autos tipo turismos se apuntó el triunfo en las 24 horas de Nurburgring en 1994 y en 2009, volvió con el firme objetivo de batir la marca.
La advertencia de Niki Lauda a Toto Wolff
Para ese entonces ya tenía una buena relación con Niki Lauda, quien le dio un sabio consejo: “No seas estúpido. A nadie le importa el tiempo de vuelta en el Nordschleife. Podrías suicidarte’”, pero Toto no le hizo caso y se plantó sobre la pista y superó el récord en una de las vueltas de entrenamiento.
“Comencé la vuelta y sentí que algo andaba mal”, sin embargo, Toto también ignoró estas sensaciones, especialmente con los neumáticos. “Necesitas ser un profesional. Debería haber abortado la vuelta y regresar a boxes”, indicó.
Toto Wolff alcanzó una velocidad superior a los 300 kilómetros por hora cuando uno de los neumáticos frui un pinchazo y el auto se fue contra la barrera de contención y lo peor del caso es que el auto rebotó una y otra vez hacia la pista a la cual la Fórmula 1 no volvió después de 1976, tras aquel accidente de Niki Lauda.
Toto Wolff pensó que había muerto en Nurburgring
“Después de 350 metros el coche se detuvo. Estaba gravemente herido, pero instintivamente me desconecté de la radio y salí. Me encontraron detrás de la barandilla con el casco puesto, tirado en la hierba. Pensé que estaba muerto”, recordó Toto Wolff en una entrevista para la BBC.
Toto asegura que no recuerda como tal el accidente, sólo el instante en el que pudo salir del auto y después su siguiente recuerdo fue el traslado hacia el hospital, así como la preocupación por una posible parálisis.
“Pensé: Si esto termina en parálisis, fue realmente la idea más estúpida de mi vida. Recuerdo que me llevaron al hospital y me hicieron una resonancia magnética, y luego le dije a una enfermera: ‘Solo avíseme si todo está bien con mi columna vertebral’”.
Un médico le hizo saber que aunque había fracturas en las vértebras, la médula espinal no habría presentado daños. “Fueron 15 minutos horribles esperando noticias y fue el momento que me dije: Nunca más a las carreras competitivas”.
Toto Wolff incursionó en Fórmula 1 en ese mismo año tras adquirir el 16% de la escudería Williams, de la cual se convirtió en director en 2012 y un año después llegó a Mercedes y el resto es historia.
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