
28 de Agosto del 2025.- El Congreso del estado de Chiapas ha dado un paso histórico al aprobar la ley de voluntad anticipada para enfermos terminales. Esta nueva norma permite que las personas con enfermedades incurables tomen la decisión de no ser sometidas a tratamientos médicos que solo prolonguen su sufrimiento. La iniciativa, presentada por la legisladora Getsemaní Moreno Martínez, busca garantizar la dignidad, la autonomía y los derechos de los pacientes en sus etapas finales de vida.
Diferencia crucial con la eutanasia
La diputada Moreno Martínez subrayó que la ley de voluntad anticipada no es lo mismo que la eutanasia. Enfatizó que la decisión de una persona bajo esta ley no acorta ni pone fin a su vida, sino que permite que la enfermedad siga su curso natural. Además, esta ley favorece el acceso a los cuidados paliativos, brindando acompañamiento y soporte humano sin la intervención médica forzada. Esto asegura que el paciente reciba el apoyo necesario para tener una muerte digna y sin dolor innecesario.
El Congreso chiapaneco informó a través de un comunicado que esta nueva ley establece el derecho fundamental de toda persona a decidir sobre su propia vida y salud. La voluntad anticipada se convierte en una herramienta legal que ofrece certeza y respeta la dignidad de quien la promueve. Este avance legislativo es significativo, ya que pone a la persona en el centro de las decisiones médicas, respetando sus deseos y valores en un momento tan vulnerable.
La ley de voluntad anticipada en Chiapas también establece los lineamientos y requisitos necesarios para que los pacientes puedan acceder a este derecho. Entre las medidas, se ha anunciado la creación del Registro Estatal de Voluntades Anticipadas, que estará a cargo de la Secretaría de Salud del estado. Este registro garantizará un seguimiento adecuado y la validez de las decisiones de los pacientes, asegurando que su voluntad sea respetada por los profesionales de la salud.
Este marco legal es un avance en el reconocimiento de los derechos de los pacientes en México. Al permitir que una persona decida cómo desea vivir sus últimos días, la ley le devuelve el control sobre su propio cuerpo y su destino. No se trata de una renuncia a la vida, sino de una afirmación de la dignidad humana ante la enfermedad. Este paso de Chiapas hacia una legislación más humana podría ser un ejemplo para otros estados del país.
La normativa sobre la voluntad anticipada es una respuesta a una necesidad social y ética que busca humanizar el proceso de la muerte, alejándolo de la tecnología médica que a menudo prolonga el sufrimiento sin ofrecer curación. Con esta ley, los pacientes y sus familias tendrán la tranquilidad de que sus deseos serán respetados, evitando decisiones difíciles y dolorosas en momentos de crisis. Es un acto de compasión y respeto por la vida.