
Una de las fracturas más evidentes es la relación entre Anahí y el resto del grupo. Christian Chávez admitió que, pese al éxito artístico, “no somos tan unidos como lo éramos”, aunque confía en que las diferencias podrían resolverse con el tiempo. Maite Perroni, por su parte, reconoció diferencias en formas de pensamiento: “Pensamos diferente”, dijo, y dejó entrever que no ve cercano un reencuentro.
Hace un año arrancó el exitoso Soy Rebelde Tour, la gira de reunión de RBD que catapultó nuevamente a Anahí, Dulce María, Maite Perroni, Christian Chávez y Christopher Uckermann a los escenarios, después de más de 15 años de ausencia. Ese retorno generó emoción y nostalgia entre millones de fans. A lo largo de esa gira, se vivieron momentos inolvidables, como llevar el repertorio de éxitos a recintos llenos en Estados Unidos, Colombia, Brasil y México.
Pero hoy, al conmemorarse ese aniversario, el ambiente no es completamente festivo. La conmemoración ocurre en un contexto marcado por tensiones y distanciamientos entre los integrantes del grupo. La gira, que fue un bombazo sonoro y emocional, también dejó secuelas que ahora se reflejan en sus relaciones personales y familiares.
Anahí ha buscado la claridad en medio de este escenario complicado. Manifestó su deseo de que las auditorías y procesos legales arrojen transparencia, al mismo tiempo que aclara que no acusa ni defiende a nadie hasta que haya resultados. Además, reveló que está impulsando una auditoría externa con un despacho de prestigio internacional.
En lo personal, Anahí arrastra secuelas físicas tras la gira: sufrió una perforación en el tímpano cuando se preparaba para el escenario, y aun casi dos años después, afirma que “nunca volví a oír igual… pero bueno, es lo que queda”. Este daño no solo habla de la exigencia del espectáculo, sino de los costos personales que implica una gira de tal magnitud.
Otro punto crítico surge del contexto familiar. Su esposo, Manuel Velasco Coello, explicó que la gira fue especialmente complicada para sus niños escolares, quienes “la extrañan y preguntan por ella” mientras ella cumple con los compromisos de la gira. Esto abona en la posibilidad de que Anahí priorice su familia sobre futuros tours, como ya lo había advertido su esposo.
Además de lo mencionado, es relevante destacar el impacto económico y cultural del Soy Rebelde Tour: fue la gira más taquillera de un grupo en la historia de Estados Unidos, recaudando 130.5 millones de dólares en 30 shows, superando incluso la gira de One Direction. También se ubicó entre los diez tours más recaudadores de 2023 en Estados Unidos, compitiendo con estrellas como Taylor Swift, Beyoncé y Karol G. Estos logros refuerzan que, aunque hoy exista tensión interna, el éxito artístico y el legado cultural de RBD están más vivos y vigentes que nunca.