
Shakira regresó triunfante a la Ciudad de México como parte de su gira mundial Las Mujeres Ya No Lloran, encendiendo el Estadio GNP Seguros con una noche llena de poder, emoción y sorpresa para sus fans.
La noche comenzó con alta expectativa. Aunque el concierto empezó con una hora de retraso, nada logró opacar la energía del público, que incluso improvisó “olas” en las gradas, demostrando que esperaba ansiosa cada momento del espectáculo.
Cuando finalmente se apagaron las luces, apareció Shakira caminando entre la multitud, acompañada de bailarines y con los primeros acordes de “La Fuerte”, marcando el tono de empoderamiento y sororidad que definió la velada. La artista expresó su emoción: “Es mi casa… esta loba se reencuentra con su manada mexicana”, antes de guiar al público en un vibrante coro de “Inevitable”.
El show continuó como una montaña rusa de éxitos, mezclando temas recientes como “Te Felicito”, “Monotonía” y “La Bicicleta”, con himnos atemporales como “La Tortura”, “Ojos Así”, “Pies Descalzos” y “Las de la Intuición”. El público, tanto hombres como mujeres, agitaba las famosas pelucas moradas del tour con evidente entusiasmo.
Un momento inolvidable fue cuando Shakira rindió homenaje a la cultura mexicana al interpretar “Ciega, Sordomuda” acompañada por Mariachi Gama 1000, provocando ovaciones que estremecieron el recinto.
Pero la sorpresa más electrizante llegó al final: Shakira invitó a subir al escenario a la artista mexicana Danna (antes conocida como Danna Paola) para cantar juntas “Soltera”. Entre confesiones de gratitud y abrazos, Shakira le dedicó emocionadas palabras: “Tú estuviste ahí al inicio de todo esto con ‘Soltera’, eso jamás lo olvidaré. Te quiero, Danna”. El público, encantado, registró el momento que rápidamente se volvió viral.
El escenario fue una obra de arte por sí mismo: luces vibrantes, pantallas envolventes y una puesta en escena que reflejaba la fuerza creativa de Shakira en cada detalle. Desde los visuales hasta las coreografías, todo fue cuidadosamente diseñado para celebrar no solo su trayectoria, sino el renacer artístico que representa su nuevo álbum. Cada canción conectaba emocionalmente con el público, especialmente con las mujeres, quienes coreaban con fuerza los versos que han marcado generaciones.
La conexión de Shakira con México fue palpable en cada gesto. En más de una ocasión, la colombiana interrumpió sus canciones para agradecer el cariño del público mexicano, al que considera parte fundamental de su carrera. “No estaría aquí si no fuera por ustedes”, dijo con voz quebrada, provocando una ovación que duró varios minutos.
Danna, por su parte, se mostró emocionada y visiblemente conmovida al compartir escenario con una de sus más grandes influencias. La colaboración entre ambas artistas no solo simbolizó el paso generacional del pop latino, sino también un mensaje de unidad entre mujeres artistas, celebrando sus logros y compartiendo el escenario con respeto y admiración mutua.