
Ximena Navarrete celebra con emoción y nostalgia los 15 años transcurridos desde su coronación como Miss Universo, un momento que marcó un antes y un después en su vida. Lo hace rodeada de su más preciado logro presente: sus tres hijos, a quienes describe como su más importante título, en una emotiva sesión donde brilló con vestidos rojos evocadores del día que cambió su historia.
Su festejo no fue bajo las luces de un escenario, sino en la calidez de su hogar y de su familia. La sesión fotográfica en tonos rojos –homenaje al memorable diseño de Benito Santos con el que conquistó la corona– transmitió un sentido íntimo, elegante y profundamente personal.
En sus propias palabras, Navarrete compartió la felicidad de ver sus sueños de juventud cumplidos: “En 2010, más de uno me entrevistó preguntándome cómo me veía 15 años a futuro… Definitivamente esta era la manera en que me veía hace 15 años… ¡Nada mejor que esto!”. Su voz refleja gratitud por ese instante que la convirtió en la segunda Miss Universo mexicana y le abrió camino a convertir su maternidad en el orgullo más grande de su vida.
La reflexión continuó: “15 años, cuatro embarazos, tres bebés conmigo, tres lactancias, tres meses post parto después… No me puedo quejar jajajaja. Gracias Dios”. Esta frase revela el recorrido personal de Ximena, atravesado por la fuerza del agradecimiento y la satisfacción de su faceta como madre.
Con un carrusel de 15 imágenes, una por cada año desde su coronación el 23 de agosto de 2010, recordó el momento que puso en alto su nombre y el de México. “Con estas 15 fotos hoy celebro 15 años de un 23 de agosto que cambió mi vida en 2010. Un día que siempre tengo en mi corazón…”.
Además, reconoció a quienes la acompañaron en aquel camino: su familia, su equipo, y especialmente al diseñador Benito Santos. “Tengo muchísima suerte de haber ganado Miss Universo en una época de oro… gracias familia, amigas y equipo… Benito Santos: gracias ¡por siempre estar a mi lado! ¡Somos quinceañeras!”
Aunque la nota se centra en la conmemoración personal del aniversario, sería muy enriquecedor incluir un enfoque sobre la evolución y el impacto social de su reinado. Desde la perspectiva crítica, podemos destacar cómo Ximena se convirtió en un símbolo de la belleza mexicana con propósito, al usar su título para impulsar causas humanitarias, como la educación sobre el VIH/sida, y ser imagen de marcas responsables.