
Los Dodgers sin Ohtani volvieron a imponerse con claridad a los Rockies en Coors Field, pese a la baja de su gran figura. El partido terminó 9‑5 a favor de Los Ángeles, gracias a una ofensiva tempranera que marcó la pauta desde el primer inning. Con este resultado, los Dodgers mantienen su liderato —aunque ajustado— en la División Oeste de la Liga Nacional.
Desde el primer episodio, los visitantes dejaron claro que no necesitaban a Ohtani para dominar. Freddie Freeman conectó un jonrón de dos carreras que encendió al público, seguido por anotaciones en cada una de las siguientes entradas: con rolas productivas de Miguel Rojas, Alex Call y un vuelacerca de Andy Pages. Los Rockies intentaron responder, pero su esfuerzo apenas equilibró el marcador parcialmente.
Ausencia sin Ohtani
La baja del japonés fue por una contusión en el muslo, lo que dejó su lugar como bateador designado vacante y permitió a Will Smith tomar esa posición, con una respuesta modesta en el juego. Su aporte fue limitado, aunque oportuno, y ayudó a mantener la superioridad angelina. Esto muestra la profundidad del plantel, capaz de suplir a una superestrella y seguir rindiendo.
La ventaja temprana fue tan sólida que el abridor de los Rockies, Chase Dollander, tuvo que abandonar el juego tras permitir siete carreras en apenas 3 ⅔ innings por nueve imparables. Esto obligó al bullpen local a trabajar mucho más de lo previsto, y aunque respondieron con dignidad, no pudieron contener el embate inicial de los Dodgers.
Brenton Doyle, de los Rockies, tuvo un gran juego individual: conectó un elevado de sacrificio, impulsó con sencillos y, en el octavo inning, un jonrón de dos carreras que recorrió 442 pies —un batazo que “sería jonrón en los 30 estadios de la MLB” según métricas . Pero su esfuerzo fue insuficiente ante la contundencia ofensiva azul.
Triunfo sin Ohtani
Clayton Kershaw, por su parte, lució eficiente en el montículo: seis hits y tres carreras permitidas en 5 ⅔ entradas le valieron su victoria número 220 como lanzador en la MLB —una marca que resalta su vigencia y legado. Cerró Alex Vesia con una entrada sin permitidos, ponchando al último zurdo emergente como remate del juego.
Este triunfo tiene un valor adicional: sostiene la competitividad de los Dodgers sin depender únicamente de Ohtani, mostrando que el equipo está bien estructurado y con talento para sobrellevar las ausencias —algo clave en una temporada tan larga y exigente como la MLB. Además, sirve de aviso para futuros rivales: el equipo no se quiebra cuando falta su estrella.
Desde una mirada crítica, el plan del manager Dave Roberts parece claro: cuidar a su figura principal, dar oportunidad a otros jugadores, y mantener la consistencia. Es una estrategia inteligente que puede rendir frutos a largo plazo, sobre todo de cara a la postemporada, donde la profundidad de la plantilla suele marcar la diferencia.