
Cancún comenzó esta semana un proceso de prueba con autobuses articulados, una alternativa que busca transformar la movilidad urbana y mejorar la experiencia de miles de pasajeros que diariamente utilizan el servicio. Estas unidades, de 18.6 metros de longitud y con capacidad para 150 personas, están siendo evaluadas en cinco avenidas principales de la ciudad con la participación de empresas locales como Autocar, Maya Caribe y Bonfil.
El Instituto de Movilidad de Quintana Roo (IMOVEQROO) explicó que las pruebas buscan medir la viabilidad de implementar este modelo en rutas estratégicas de Cancún. Rafael Hernández Kotasek, titular del instituto, acompañado por la gobernadora Mara Lezama Espinosa, destacó que este proyecto responde a una demanda ciudadana y tiene como objetivo reducir los tiempos de espera en paraderos, además de ofrecer un transporte más digno y eficiente para la población.
Modernización del transporte en Cancún
Los autobuses articulados cuentan con el doble de capacidad respecto a los vehículos convencionales, incorporan tecnología Euro VI con motores a diésel menos contaminantes y disponen de rampas para personas con discapacidad y espacio para sillas de ruedas. En las pruebas no se transportaron pasajeros, y estuvieron a cargo de conductores especializados. Las unidades circularon en horarios específicos por avenidas como Colosio, López Portillo, Boulevard Kukulcán, Tulum y Kabah.
Según IMOVEQROO, este modelo permitirá agilizar las rutas más concurridas, ya que cada unidad transporta un mayor número de personas, reduciendo la necesidad de más autobuses en circulación y con ello la saturación vehicular. Sin embargo, no todas las rutas contarán con estas unidades, pues la intención es que complementen a los autobuses de menor tamaño en horarios de alta demanda, generando un sistema de transporte más equilibrado.
Retos de infraestructura y movilidad urbana
Un aspecto que no debe pasarse por alto es la infraestructura de Cancún, que no siempre está diseñada para vehículos de este tamaño. Las pruebas buscan precisamente verificar si las avenidas pueden soportar el tránsito de estas unidades sin afectar la fluidez vial ni poner en riesgo la seguridad de peatones y automovilistas. A esto se suma la necesidad de capacitación constante para los choferes y una adecuada planeación de paraderos, que actualmente presentan saturación y poco espacio de maniobra.
De acuerdo con especialistas en movilidad, el éxito de esta implementación dependerá también de una correcta integración con otros sistemas de transporte. Si bien los autobuses articulados pueden ser una solución inmediata al sobrecupo, de nada servirá si no se acompaña de rutas alimentadoras eficientes, infraestructura adecuada y un esquema de tarifas justo. El valor agregado de este proyecto radica en que, de hacerse de manera integral, Cancún podría convertirse en un modelo de movilidad moderna en el sureste mexicano, pero de lo contrario solo sería un parche a un problema histórico.
La participación de las empresas Autocar, Maya Caribe y Bonfil en estas pruebas refleja la disposición del sector privado para colaborar en el rediseño de la movilidad en Cancún. No obstante, el reto mayor estará en garantizar que este cambio beneficie de verdad a la ciudadanía y no se convierta únicamente en un negocio rentable para unos cuantos. La discusión sobre transporte público eficiente es también una discusión sobre equidad social, medio ambiente y derecho a una ciudad mejor conectada.