
21 de Agosto 2025.- Montserrat Tomé no continuará como entrenadora de la Selección Española Femenina de fútbol. La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) confirmó que Tomé será reemplazada por dos exjugadoras del equipo: Sonia Bermúdez e Iraia Iturregui, quienes asumirán la dirección conjunta de la plantilla. La salida de Tomé marca el fin de un ciclo con logros importantes, pero también con episodios de tensión con las futbolistas.
Durante su gestión, Tomé llevó a España a la final de la Eurocopa de Suiza 2025 y a conquistar la Liga de las Naciones 2023-24, un torneo recién creado que permitió a las españolas acceder a competencias olímpicas por primera vez. En París 2024, el equipo llegó a semifinales, pero no logró la medalla, un resultado que generó expectativas altas para el futuro de la selección.
Inicios polémicos y desconfianza
El arranque de Tomé estuvo marcado por cierta resistencia de las futbolistas, quienes recordaban su participación en la antigua dirección de Jorge Vilda. Alexia Putellas y Aitana Bonmatí, figuras clave del equipo, expresaron públicamente que había dificultades de coordinación y liderazgo durante el Mundial Femenino de 2023, lo que provocó la dimisión de Vilda y abrió el camino a la renovación de la plantilla técnica.
Además, la relación de Tomé con la plantilla fue tensionada por un incidente que involucró a Luis Rubiales, expresidente de la RFEF. Tomé aplaudió durante la rueda de prensa en la que Rubiales se defendió de acusaciones por besar sin consentimiento a Jenni Hermoso. La condena de Rubiales en febrero de este año —una multa, orden de alejamiento y prohibición de comunicación con Hermoso— volvió a poner el foco sobre los entornos de poder en la federación y la responsabilidad de sus miembros.
Mejora en la relación con la plantilla
A pesar de estos conflictos iniciales, entrevistas recientes con la propia plantilla indican que la relación entre Tomé y las futbolistas había mejorado. Alexia Putellas y otras jugadoras han reconocido un ambiente más colaborativo y positivo en los últimos torneos, aunque la RFEF decidió dar paso a un nuevo liderazgo con experiencia directa como jugadoras del equipo. Bermúdez e Iturregui representan un cambio hacia una dirección que busca mayor cercanía y empatía con las futbolistas.
Este cambio en la dirección de la Selección Femenina española también refleja un movimiento más amplio en el fútbol europeo hacia entrenadoras con experiencia competitiva dentro de sus equipos. La tendencia apunta a que exjugadoras asuman cargos de liderazgo para fortalecer la cohesión, la comunicación y el entendimiento de los retos que enfrentan las atletas modernas, un modelo que ya se observa en selecciones como Alemania y Suecia.