
20 de Agosto 2025.- El ex secretario de Seguridad Pública de México, Genaro García Luna, lleva ocho meses incomunicado en distintas prisiones de Estados Unidos, situación que ha complicado la preparación de su apelación por narcotráfico. Según sus abogados, ha perdido más de 14 kilos, fue obligado a comer sin cubiertos y no se le permitió bañarse ni revisar los documentos de su proceso, lo que genera serias dudas sobre el respeto a sus derechos humanos básicos.
Desde enero, García Luna solo ha sostenido una llamada con sus defensores, hecho que, según sus abogados, es excepcional en casos de apelación. La falta de comunicación ha limitado la posibilidad de revisar estrategias legales y de preparar los alegatos correspondientes, afectando de manera directa su defensa ante la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito en Nueva York.
El exfuncionario mexicano ha pasado por tres centros penitenciarios, incluyendo la cárcel UPS Lee en Virginia y AMX Florence en Colorado. En UPS Lee fue recluido en la sección conocida como “el Hoyo”, donde no se le permitió acceso a higiene ni alimentación digna. Sus defensores señalan que estas medidas carecen de justificación, ya que durante casi seis años de encarcelamiento nunca tuvo infracciones disciplinarias.
En AMX Florence, las condiciones de alimentación e higiene han mejorado, pero la incomunicación persiste. Los abogados reportan cancelaciones constantes de llamadas programadas, así como la imposibilidad de que García Luna acceda a documentos clave del proceso. Esto incluye más de 2 mil páginas de transcripciones del juicio, fundamentales para preparar la apelación.
Especialistas recomiendan revisar protocolos penitenciarios y establecer mecanismos claros para garantizar comunicación constante con los defensores y acceso a expedientes legales.
Por este motivo, los abogados de García Luna solicitaron a la Corte un nuevo aplazamiento para presentar los alegatos de apertura de su apelación, proponiendo que la fecha límite se fije para el 18 de diciembre de 2025. La Corte aún no ha determinado si concederá esta prórroga, mientras que la defensa asegura que sin acceso a su cliente y a los documentos, la presentación de la apelación sería imposible.