
El papa León XIV recibió en el Vaticano a Joseph Aoun, presidente de la República del Líbano, en una audiencia celebrada en la Secretaría de Estado del Vaticano. En este encuentro, ambos líderes resaltaron el valor de fortalecer los lazos bilaterales y subrayaron el papel fundamental de la Iglesia Católica en la sociedad libanesa.
Durante los “cordiales coloquios”, según informó la Oficina de Prensa de la Santa Sede, se expresó el deseo de que el Líbano inicie una nueva etapa marcada por la concordia política y la recuperación económica, apoyada por un proceso de estabilización y reformas que promueva la convivencia entre comunidades religiosas y el desarrollo del país.
Asimismo, se destacó la urgente e ineludible necesidad de promover la paz en todo Oriente Medio, una cuestión prioritaria que domina la agenda regional.
Este encuentro se enmarca dentro de una serie de audiencias oficiales que el papa León XIV ha tenido con líderes mundiales en el mes de junio, entre ellos el presidente de Italia, Sergio Mattarella; el primer ministro de Argentina, Javier Milei; y el secretario general de la ONU, António Guterres. En todos los casos, se ha reforzado el compromiso de la Santa Sede con la paz, la justicia social y la cooperación internacional.
Contexto político y religioso en el Líbano
Líbano enfrenta una situación compleja, caracterizada por una crisis económica devastadora, marcada por una devaluación de más del 90 % de su moneda, restricciones bancarias, y más del 80 % de la población viviendo en condición de pobreza. Además, el país opera bajo un sistema confesionalista donde se reparten los principales cargos de poder según líneas religiosas: el presidente es cristiano maronita, el primer ministro musulmán suní y el presidente del Parlamento musulmán chiita.
El papado de León XIV y su enfoque en Oriente Medio
Desde su elección en mayo de 2025, León XIV se ha posicionado como un pontífice comprometido con el diálogo, la reconciliación y la justicia social, heredero del legado de León XIII y sensible a los dilemas de una modernidad marcada por la inteligencia artificial.
En otras ocasiones, el pontífice ha ofrecido al Vaticano como espacio neutral para el encuentro entre adversarios, exhortando a que callen las armas y se promueva el diálogo, incluso en aquellos contextos donde el conflicto amenaza la dignidad humana.