
19 AGOSTO 2025- DEPORTES- El talento de la Sierra Tarahumara brilló en tierras canadienses luego de que el combinado femenil rarámuri Mukí Sematí obtuviera la medalla de plata en el torneo de basquetbol de los Juegos Maestros Indígenas 2025 (MIG) celebrados en Ottawa. En la gran final, las mexicanas lucharon hasta el último minuto, pero el equipo Mi’kma’ki, de Nueva Zelanda, se impuso 64-47 en un duelo disputado en la duela de los Carleton Ravens, equipo profesional de la Universidad de Carleton.
Orgullo rarámuri en la cancha
Las basquetbolistas chihuahuenses mostraron carácter y determinación al intentar remontar en los últimos segundos con un tiro de tres puntos. Sin embargo, la ventaja obtenida por las neozelandesas desde el segundo cuarto resultó definitiva. A pesar de la derrota, el desempeño del equipo Mukí Sematí no pasó desapercibido, ya que alcanzaron la final tras derrotar al conjunto Alliance de Quebec con marcador de 67-57, un resultado que confirmó la calidad de las jugadoras tarahumaras.
El camino hasta la final refleja el esfuerzo y la disciplina de un equipo que ha logrado trascender más allá de su región, llevando consigo la representación de la cultura rarámuri. Este logro no solo es deportivo, también cultural, porque demuestra que las comunidades indígenas poseen un talento inmenso cuando se les brindan oportunidades de competir en escenarios internacionales.

México en los Juegos Maestros Indígenas
La delegación mexicana cerró su participación en los Juegos con un total de 25 preseas: 12 de oro, 12 de plata y una de bronce. La medalla obtenida por el equipo rarámuri se sumó a este destacado balance, colocando a México como una de las delegaciones más competitivas del certamen. En este evento, además de México, participaron Canadá, Nueva Zelanda, Estados Unidos y Groenlandia, en un ambiente de fraternidad, deporte y cultura.
Los Juegos no solo fueron competencias deportivas, también sirvieron como un espacio de encuentro entre tradiciones. Las actividades se llevaron a cabo en distintas sedes de Ottawa, desde el campo Loch March, donde se jugó golf, hasta el TD Place Arena para el voleibol y el estadio Terry Fox para atletismo. Además, disciplinas como los deportes árticos y el tiro con arco fueron parte esencial de la programación.

En la Villa Cultural instalada en el parque Lansdowne, los asistentes pudieron disfrutar de música indígena, artesanía, danza, cocina tradicional y presentaciones deportivas interactivas. Esto convirtió a los Juegos Maestros Indígenas en una experiencia completa que trascendió lo deportivo, colocando el valor de la identidad y el intercambio cultural como elementos centrales. Para México, esta plataforma también fue una oportunidad para visibilizar el talento indígena y la riqueza cultural que caracteriza al país.
Entre las figuras destacadas, el mexicano Gerardo Uvando Acero se llevó los reflectores al conquistar la medalla de oro en la disciplina de head pull, un deporte ártico en el que México participaba por primera vez. Uvando, promotor de deportes indígenas en Puebla, demostró que con preparación y entrega es posible sobresalir incluso en disciplinas poco conocidas en nuestro país.

La actuación de los rarámuris y de toda la delegación mexicana abre la puerta a reflexionar sobre la importancia de fortalecer programas de apoyo a los deportistas indígenas. Muchas veces, su talento se desarrolla sin los recursos adecuados, pero aun así logran poner en alto el nombre de México en competencias internacionales. De aquí surge un llamado claro: invertir en infraestructura, capacitación y difusión, no solo para destacar en el deporte, sino también para preservar y valorar nuestras culturas originarias.
En un mundo deportivo dominado por potencias tradicionales, la participación y logros de equipos como Mukí Sematí recuerdan que el deporte es también un espacio de resistencia cultural y de orgullo comunitario. Su medalla de plata no es solo un resultado en un marcador, sino la prueba de que la identidad indígena puede brillar en las canchas internacionales con la misma fuerza que en sus comunidades de origen.
