
19 de Agosto 2025.- La presidenta Claudia Sheinbaum aclaró que no existe ningún acuerdo con la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA) relacionado con la nueva Operación Portero, anunciada por el organismo estadounidense. Esta aclaración surge tras la difusión de un comunicado de la DEA que indicaba el inicio de un despliegue enfocado en los llamados “guardianes del narco”, responsables del tráfico de drogas, armas y lavado de dinero de distintos cárteles en México.
Coordinación bilateral limitada
Sheinbaum Pardo enfatizó que el único entendimiento binacional confirmado es el próximo acuerdo de seguridad que está por firmarse con el gobierno del presidente Donald Trump. Este acuerdo formal se da después de la entrega de 26 líderes criminales de organizaciones como el Cártel Jalisco Nueva Generación, Cártel de Sinaloa, Los Zetas y el Cártel de Los Arellano Félix. “Ese es el acuerdo formal que está por concretarse, es el único acuerdo”, reiteró la mandataria desde el Salón Tesorería de Palacio Nacional.

Aclaró que la coordinación y comunicación con diversas instituciones, incluido el Comando Norte y el Departamento de Estado estadounidense, se mantiene sin cambios hasta el momento. La presidenta destacó que los anuncios de la DEA sobre la Operación Portero no tienen sustento en acuerdos bilaterales previos y que ninguna institución de seguridad mexicana ha aprobado acciones conjuntas bajo ese proyecto.
Proyecto Portero: Origen y objetivos
El Proyecto Portero, anunciado el 18 de agosto por la DEA, busca atacar a los llamados gatekeepers o “guardianes” de los cárteles, quienes supervisan el envío de fentanilo, metanfetamina, cocaína y armas hacia Estados Unidos, así como la gestión de dinero en efectivo. Según la agencia estadounidense, estos operadores son clave para el funcionamiento de los grupos criminales y su control sobre la frontera norte.
El proyecto incluye un programa de capacitación en un centro de inteligencia en el suroeste de Estados Unidos, donde participan agentes de seguridad, investigadores y miembros de la comunidad de inteligencia estadounidense. La DEA busca unificar operaciones a través del Grupo de Trabajo de Seguridad Nacional (HSTF) para maximizar la efectividad de sus estrategias contra las redes criminales, enfatizando la amenaza del fentanilo, aunque también aborda otros ilícitos asociados a los cárteles.

Expertos en seguridad señalan que, si bien México mantiene su autonomía en materia de seguridad, la comunicación y coordinación con Estados Unidos es clave para el intercambio de información sobre narcotráfico transfronterizo. Mantener la transparencia y claridad sobre los alcances de los acuerdos evita malentendidos y protege la soberanía del país, al tiempo que fortalece la lucha contra el crimen organizado. Además, esto permite que las estrategias sean integrales, considerando tanto la prevención como la acción operativa.