
14 AGOSTO 2025- La ciudad de Reynosa fue escenario de un fuerte enfrentamiento entre comerciantes de mercados rodantes y elementos de la Guardia Estatal, Tránsito local y funcionarios municipales enviados por el alcalde Erasmo González. El conflicto se desató en la avenida Tamaulipas, también conocida como Rodolfo Torre Cantú, luego de que los vendedores intentaran instalarse en horario vespertino para evitar las altas temperaturas, pero fueron impedidos por la autoridad.
Operativo sin diálogo previo
De acuerdo con testimonios, los elementos de seguridad no entablaron ningún tipo de negociación antes de actuar. La intervención derivó en empujones, golpes y detenciones que los comerciantes calificaron como arbitrarias. Entre los afectados hubo mujeres, adultos mayores y una embarazada que, según testigos, recibió agresiones físicas al resistirse al desalojo.
Colectivos de derechos humanos en la región han advertido que este tipo de acciones forman parte de un patrón preocupante: el uso excesivo de la fuerza para limitar tanto las manifestaciones como las actividades económicas de sectores populares. Para ellos, la falta de protocolos de mediación refleja un retroceso en el respeto a las garantías individuales.
Patrón de represión en el comercio informal
Organizaciones sociales señalan que la represión a los mercados rodantes no es un hecho aislado en Reynosa, sino parte de una tendencia creciente en varias ciudades del país. Esto obedece, dicen, a políticas municipales que priorizan la reordenación urbana sin ofrecer alternativas viables a quienes dependen del comercio ambulante para subsistir.
Especialistas en políticas públicas advierten que los conflictos entre comerciantes y autoridades podrían reducirse mediante la implementación de programas de regulación flexible, espacios alternativos y horarios diferenciados. Experiencias en ciudades como Guadalajara y Mérida han demostrado que es posible equilibrar el orden urbano con el derecho al trabajo, evitando el uso de la fuerza como primera respuesta.