
12 de Agosto 2025.- La central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa, volvió a ser foco de atención tras detectarse un incendio cerca de una instalación de carga perteneciente a la planta. El Ministerio de Energía de Ucrania informó que aún se está investigando la ubicación exacta del fuego y las posibles consecuencias. Destacaron que el área afectada está fuera del perímetro protegido de la central, pero el incidente renueva la preocupación sobre los riesgos que implica la ocupación rusa en esta instalación crítica.
Durante la guerra en Ucrania, la central, que está bajo control ruso desde el inicio del conflicto, ha generado alarma en la comunidad internacional y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), debido al peligro latente de una catástrofe nuclear. Aunque la planta no está generando energía actualmente, su seguridad sigue siendo un tema sensible ante los continuos ataques en sus alrededores.
Situación actual y riesgos para la seguridad nuclear
La ciudad de Zaporiyia, ubicada a unos 440 kilómetros de Kiev y en manos de Ucrania, está cerca de la planta y ha sufrido ataques relacionados con la línea del frente. El OIEA mantiene personal rotativo en la planta para monitorear la seguridad y asesorar sobre los riesgos. Rusia ha mostrado interés en reactivar la central, aunque el director del OIEA, Rafael Grossi, señala que esta decisión requiere una evaluación muy cuidadosa.
Aunque los seis reactores de la planta están en «parada fría», lo que significa que las reacciones nucleares están detenidas, la central depende de electricidad externa para mantener sistemas críticos, como la refrigeración. Esta electricidad ha sido interrumpida en varias ocasiones durante la guerra, lo que ha obligado al uso de generadores diésel para evitar un colapso en los sistemas de seguridad.

Desafíos adicionales tras el colapso de la presa de Kakhova
Un factor que complica aún más la situación es el colapso de la presa de Kakhova en 2023, que afectó el flujo de agua en el río Dniéper, fuente principal para el embalse de la central. La planta ha perdido así su principal sistema de refrigeración por agua, y el personal ha tenido que excavar pozos para mantener un suministro adecuado.
Grossi explica que el consumo de agua es mucho mayor cuando la central está en operación que en su estado actual de parada fría, por lo que mantener la planta segura y operativa no tiene una solución rápida ni sencilla. Esto añade un riesgo potencial de seguridad nuclear si no se resuelven estos problemas hídricos.
Relevancia geopolítica y propuestas de protección
La planta de Zaporiyia ha sido mencionada en discusiones internacionales como un punto clave para lograr un alto el fuego entre Rusia y Ucrania. En marzo, el expresidente estadounidense Donald Trump sugirió que Estados Unidos podría administrar las centrales nucleares ucranianas para protegerlas de los ataques, una propuesta que refleja la importancia estratégica de estas instalaciones en el conflicto.
El futuro de la planta es incierto y está ligado tanto a las condiciones de seguridad como a las negociaciones diplomáticas en la región, lo que añade complejidad a un escenario ya tenso y peligroso.

Riesgos de un desastre nuclear y la necesidad de un plan internacional
Además de los problemas inmediatos, el riesgo de un desastre nuclear en Zaporiyia no debe subestimarse. Un incendio o un daño grave en la planta podría tener consecuencias catastróficas para millones de personas en Europa y más allá. Por eso, expertos en energía nuclear y organizaciones internacionales insisten en la necesidad de establecer un plan de emergencia conjunto, con participación internacional, para asegurar la protección y estabilidad de la planta, sin importar el resultado del conflicto.