
11-Agosto-2025.-Los planes de viaje basados en la idea de la “mejor época para visitar” están perdiendo sentido ante los cambios climáticos que afectan a todo el mundo. Por ejemplo, en Nepal, considerada una temporada ideal para hacer trekking en abril y mayo, este año se vivieron cielos brumosos, aire contaminado y lluvias adelantadas que sorprendieron a turistas y locales. Pero no es un caso aislado: en Australia se registró el marzo más caluroso de la historia y en Japón, los cerezos florecieron mucho antes de lo habitual.
Jonathan Erdman, meteorólogo senior de The Weather Company, explica que el calentamiento global ha incrementado la frecuencia y severidad de olas de calor, sequías e inundaciones, fenómenos que ahora se presentan en cualquier época del año, incluso en temporadas consideradas “intermedias” o de transición para el turismo. Esto complica la planeación y obliga a los viajeros a estar preparados para cambios repentinos y condiciones impredecibles.
Además, el valor agregado en esta situación es la necesidad de repensar el turismo sostenible y la adaptación a estos cambios. Hoteles, agencias y destinos turísticos están comenzando a modificar sus ofertas y servicios para atender la nueva realidad climática. El futuro del turismo pasa por la flexibilidad y la conciencia ambiental para que los viajeros disfruten sin poner en riesgo la naturaleza ni su propia seguridad.
Jonathan Erdman, meteorólogo senior de The Weather Company, explica que el calentamiento global ha incrementado la frecuencia y severidad de fenómenos extremos como olas de calor, sequías e inundaciones. Lo preocupante es que estas condiciones pueden ocurrir en cualquier momento del año, incluso durante las llamadas temporadas “intermedias”, complicando la planeación para turistas y negocios relacionados.
La imprevisibilidad del clima obliga a los viajeros a ser más flexibles y a preparar planes alternativos para adaptarse a cambios repentinos. Las agencias de viajes, hoteles y destinos turísticos también están teniendo que ajustarse a esta nueva realidad, ofreciendo servicios que contemplan la posibilidad de fenómenos meteorológicos inesperados y promoviendo un turismo más responsable y sostenible.
Un valor agregado en este escenario es que el cambio climático no solo altera el calendario turístico, sino que también impulsa la necesidad de transformar la industria. Se requieren estrategias que integren la conservación ambiental, la reducción de emisiones y el apoyo a las comunidades locales, para asegurar que el turismo siga siendo viable y beneficioso a largo plazo.
En resumen, el concepto tradicional de la “mejor época para viajar” está perdiendo vigencia. La naturaleza ya no sigue un calendario fijo y la planificación de viajes debe evolucionar para incluir la flexibilidad y la conciencia ambiental. Así, el turismo podrá enfrentar los retos de un mundo con clima cada vez más cambiante y complejo.