11 AGOSTO 2025- NACIONAL- Durango está nuevamente en el centro de la conversación pública después de que un video mostrara a un niño al volante de un camión de transporte público, apenas alcanzando el volante y los pedales. La grabación, presuntamente captada en Gómez Palacio, revela que la unidad corresponde a la ruta Cereso. El hecho, que se ha hecho viral en redes sociales, plantea serias preocupaciones sobre la seguridad vial, la supervisión de las autoridades y la responsabilidad de los adultos a cargo del menor.
La viralidad que exhibe un problema grave
En el video, que dura apenas unos segundos, se aprecia cómo el niño maniobra la pesada unidad con varios pasajeros a bordo. La situación, además de estar prohibida por la ley mexicana, representa un riesgo evidente para todos los ocupantes del vehículo y para otros conductores. Usuarios en redes sociales no tardaron en criticar tanto a los padres del menor como a las autoridades del transporte público por permitir una situación tan peligrosa.
Las críticas no se centraron solo en el peligro inmediato, sino en el mensaje que envía: que la supervisión y el cumplimiento de la normativa en materia de transporte público están fallando. Varios comentarios exigieron sanciones ejemplares no solo para el conductor responsable de ceder el volante al menor, sino también para la empresa operadora de la ruta.
Lo que dice la ley y la urgencia de aplicarla
De acuerdo con el marco legal en México, ningún menor de edad puede conducir cualquier tipo de vehículo, y para obtener una licencia de manejo particular es requisito tener 18 años cumplidos. En el caso de licencias para chofer de transporte público, las exigencias son aún mayores, incluyendo pruebas de capacidad física y de experiencia comprobada. Esto deja claro que el hecho registrado en Durango no es solo una imprudencia, sino una violación directa a la ley.
Expertos en seguridad vial señalan que este tipo de situaciones no son casos aislados, sino síntomas de una falta de vigilancia efectiva en el transporte público. De acuerdo con el Observatorio Nacional de Lesiones por Accidentes de Tránsito, el 12% de los accidentes graves involucra unidades que incumplen con normas básicas de operación, lo que incluye casos de conductores no autorizados.
Este incidente también reabre el debate sobre la capacitación y el control que las autoridades ejercen sobre los concesionarios y operadores. La falta de inspecciones sorpresivas y mecanismos de denuncia efectivos puede estar permitiendo que prácticas peligrosas pasen inadvertidas hasta que un video viral las exhibe. Lo preocupante es que, para entonces, el riesgo ya ha sido asumido por decenas de pasajeros y peatones.
Finalmente, mientras el video sigue circulando y sumando reproducciones, queda en manos de las autoridades estatales y municipales dar una respuesta clara, sancionar a los responsables y, sobre todo, implementar medidas para que este tipo de situaciones no vuelvan a repetirse. La indignación pública no debería apagarse con el paso de los días, sino transformarse en cambios reales en la supervisión del transporte.
