
8-Agosto-2025.-En Honduras, la preocupación crece por la presunta desaparición del diputado opositor suplente Mario Reyes, en el departamento de Santa Bárbara. Reyes y dos activistas políticos fueron interceptados por un comando armado que los obligó a bajar de su vehículo y trasladarlos en otro, tras lo cual se perdió contacto con ellos. Sus familiares y aliados políticos piden respuestas urgentes y temen un acto vinculado al crimen organizado.
El ministro de Seguridad hondureño, Gustavo Sánchez, confirmó que se activó un protocolo preventivo y que la Unidad Nacional Antisecuestro investiga el caso. A pesar de la ausencia de una denuncia formal, las autoridades trabajan para garantizar la seguridad en la zona y evitar que el caso escale.
Mientras tanto, en Brasil, la Policía Civil de Río de Janeiro desmanteló una aplicación clandestina de transporte urbano controlada por el Comando Vermelho, una de las organizaciones criminales más peligrosas del país. La app, que operaba en varias barriadas, funcionaba con apariencia legal, pero en realidad servía para financiar actividades ilícitas como el tráfico de drogas.
Los conductores de la plataforma eran presionados para usar esta app, que permitió a la facción criminal tener un control encubierto sobre el transporte y generar ingresos que alimentaban su estructura delictiva. Esta acción forma parte de una serie de operativos para combatir el crimen organizado en las grandes ciudades brasileñas.
Ambos casos reflejan cómo las organizaciones criminales se adaptan y continúan ejerciendo su influencia en distintas regiones de América Latina, ya sea a través de secuestros con fines políticos o mediante nuevas tecnologías para sostener sus negocios ilegales.