
Estados Unidos elevó a US$50 millones la recompensa por información que conduzca al arresto del presidente venezolano Nicolás Maduro, duplicando así la cifra que se mantenía desde enero de este año. La fiscal general estadounidense, Pam Bondi, justificó la medida señalando la vinculación directa de Maduro con operaciones de narcotráfico a gran escala, describiéndolo como “uno de los mayores narcotraficantes del mundo”.
El anuncio llega en un contexto de fuerte tensión política y diplomática. Maduro logró mantenerse en el poder tras unas elecciones muy cuestionadas por la comunidad internacional, que denunciaron fraude y falta de transparencia. El gobierno de EE.UU., encabezado por Donald Trump, ha sido un crítico constante del mandatario venezolano y ahora refuerza su postura con esta histórica recompensa.
Acusaciones y reacciones oficiales
El canciller venezolano, Yvan Gil, rechazó la medida y calificó la nueva recompensa como una “propaganda política patética”, acusando a Bondi de intentar distraer la atención pública de otros temas delicados, como el caso del empresario acusado de abuso sexual Jeffrey Epstein. Desde Venezuela, se mantiene una postura firme contra las acusaciones de narcotráfico y corrupción que lanza Washington contra Maduro y su gobierno.

Históricamente, las acusaciones estadounidenses contra Maduro no son nuevas. En su primer mandato, Trump ya había acusado a Maduro y a funcionarios cercanos de colaborar con grupos insurgentes como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para utilizar el tráfico de drogas como un arma contra EE.UU. En marzo de 2020, la recompensa inicial fue de US$15 millones, que se incrementó a US$25 millones con la renovación del mandato de Maduro en enero.
Contexto político y judicial reciente
En junio pasado, un golpe significativo en esta lucha fue la condena en EE.UU. de Hugo Carvajal, exjefe de inteligencia militar venezolano, por cargos de narcotráfico. Carvajal, conocido como “El Pollo”, huyó de Venezuela tras desafiar a Maduro y parece haber aceptado un acuerdo con las autoridades estadounidenses, lo que podría implicar más revelaciones contra el régimen venezolano.
Las protestas masivas contra Maduro en julio del año pasado, reprimidas en muchas ocasiones con violencia, siguen marcando el escenario político en Venezuela y profundizan el aislamiento internacional del mandatario. La duplicación de la recompensa se interpreta también como un intento de presionar aún más para debilitar su posición.
