
En la recta final del Curso de verano Baaxlo’ob Paalalo’ob, la diversión no se detiene. Esta semana, niñas y niños del municipio vivieron una experiencia única al disfrutar de una espectacular función de lucha libre en la Unidad Deportiva “José María Morelos”, mejor conocida como “Toro” Valenzuela, donde el ambiente estuvo lleno de risas, emoción y muchos aplausos.
El evento fue encabezado por el director general del Instituto del Deporte, Mtro. Alejandro Luna López, quien convivió con las familias asistentes, agradeció el entusiasmo de los luchadores y dirigió un mensaje motivador a los pequeños, invitándolos a seguir participando en las actividades, fortalecer los lazos de amistad y descubrir nuevas pasiones a través del curso de verano.
La jornada estuvo cargada de energía, con una cartelera de lujo que hizo vibrar a chicos y grandes: en la primera lucha, Baby Disco venció a Mujer Salvaje y Gasparín; más tarde, Calico y Tuki Tuki derrotaron a Corsario NG y Guerrero Kukulcán. En la lucha coestelar, el equipo de Gran Tigre, Axtar y Ángel de la Muerte fue descalificado, lo que dio el triunfo a Toriño, Rey Malanga y Chiquitín. Finalmente, en la lucha estelar, Príncipe Cometa, Tiger Fly y Reyna Medusa se llevaron la ovación al vencer a Corsario, Espartano y Tizoc.

Aunque el curso de verano está por concluir este viernes 8 de agosto, todavía quedan actividades emocionantes. El pasado martes, las y los asistentes participaron en una divertida jornada de boliche en Mayan Bowl, con el objetivo de fomentar la integración y, además, descubrir posibles talentos para conformar una futura selección municipal de este deporte.
Estas acciones impulsadas por el Ayuntamiento buscan fortalecer el tejido social a través del deporte, al mismo tiempo que se promueven espacios seguros, alegres y constructivos para las infancias. El programa ha dejado claro que el entretenimiento puede ir de la mano con valores como el respeto, el compañerismo y la disciplina.
Más allá del espectáculo y la convivencia, lo importante es que este tipo de cursos de verano no solo entretienen, sino también forman. En tiempos donde las pantallas y el aislamiento dominan el día a día, ofrecer espacios gratuitos y de calidad como estos permite a niñas y niños redescubrir el juego colectivo, socializar cara a cara y encontrar nuevas vocaciones. Lo ideal sería que programas como este no fueran una actividad de temporada, sino parte permanente de una política pública de inclusión, cultura y deporte para la niñez cancunense.