
La noche del lunes 4 de agosto de 2025, en el diamante norteño, el abridor Grant Gavin dejó una actuación para la historia. Con control quirúrgico y repertorio impecable, logró lanzar la joya de la blanqueada: cero carreras permitidas, sin errores y con una actuación dominante que ahogó cualquier intento ofensivo de los Saraperos.
Aunque el pitcheo fue la llave del triunfo, la ofensiva aportó su dosis de dramatismo. Brian O’Grady conectó un doble oportuno que encendió el marcador y sentenció la ventaja definitiva. Otros batazos oportunos complementaron el ataque, haciendo que la pizarra acabara a favor de los Algodoneros con claridad.
Con este triunfo, UL fortalece su posición y prácticamente amarra su pase a la postemporada. En contraste, los Saraperos de Saltillo ven sus aspiraciones comprometidas y quedan en una situación alarmante, de la cual podrían no recuperarse.
La serie entre ambos equipos ha sido intensa desde tiempos recientes: Saltillo logró empatar la serie en Torreón tras victoria 7-3 el 31 de julio, destacando la ofensiva de Nick Torres con tres imparables y dos carreras empujadas.
Antes de ello, Unión Laguna se impuso en Saltillo el 17 de mayo con una actuación estelar del propio Gavin desde el inicio.
Saltillo enfrenta una situación delicada: una derrota tan contundente en esta etapa del torneo puede borrar cualquier oportunidad de sueño en la postemporada.
Unión Laguna, por su parte, toma la cima de la Zona Norte con autoridad y busca cerrar con fuerza la temporada, manteniendo el ímpetu ofensivo y defensivo para aspirar a lo máximo.
El ambiente en el estadio fue electrizante: cada lanzamiento cercano de Grant Gavin dibujaba expectación en las gradas; cada batazo claro encendía esperanzas en la afición. Para Saltillo, cada entrada sin ofensiva profundizó la sensación de urgencia y riesgo.
Este encuentro no fue solo un resultado más en el calendario: fue un mensaje claro de contundencia bélica deportiva. UL refrendó que tiene armas completas y afiladas para cualquier reto. Para Saltillo, el reloj corre en su contra y cada partido próximo es una final anticipada.