
1 AGOSTO 2025- INTERNACIONAL- De estar prácticamente extinto en vida silvestre, el lobo mexicano (Canis lupus baileyi) ha logrado una asombrosa recuperación con más de 600 ejemplares vivos gracias a un programa binacional entre México y Estados Unidos. Esta especie, víctima de campañas de exterminio en los años cincuenta, comenzó su resurgimiento en los años 70 con apenas siete sobrevivientes. Hoy, el resultado es una muestra de que la cooperación internacional puede revertir incluso las situaciones más críticas en la biodiversidad.
El trabajo conjunto entre zoológicos y gobiernos
El programa de recuperación ha sido posible gracias al intercambio de ejemplares entre zoológicos de ambos países, así como a un estricto control genético. Se han aplicado técnicas como inseminación artificial, transferencia de embriones y fertilización in vitro, con el objetivo de preservar la diversidad genética y evitar la consanguinidad. Esta estrategia ha dado frutos, al punto que el lobo mexicano pasó de ser considerado “probablemente extinto en vida silvestre” a estar catalogado como “en peligro de extinción”.

Presencia del lobo mexicano en México y EU
De los más de 600 lobos, más de 300 viven en libertad en Estados Unidos, particularmente en Arizona y Nuevo México. En México, alrededor de 35 se encuentran en libertad en Chihuahua y 115 están en resguardo en zoológicos como el de San Juan de Aragón. La Semarnat anunció que se está preparando una nueva zona de reintroducción en Durango, lo que permitirá extender el hábitat de la especie y reforzar su supervivencia.
La genética como factor clave
Un aspecto destacado del programa es el cuidado genético. Por ejemplo, los lobeznos nacidos en el Zoológico de San Juan de Aragón este año no serán liberados debido a su alta importancia genética. La estrategia consiste en liberar ejemplares con menor carga genética valiosa, mientras que los más representativos son resguardados para preservar linajes críticos. Este enfoque ha sido fundamental para lograr la recuperación de la especie a partir de tres linajes: McBride, Ghost Ranch y San Juan de Aragón.

Una cooperación de largo aliento
Funcionarias como Julia Álvarez Icaza, secretaria del Medio Ambiente de la Ciudad de México, reafirmaron el compromiso con este esfuerzo binacional. Destacó que desde 1978, la ciudad ha participado activamente en el programa, y que hoy se está rehabilitando el recinto del lobo mexicano en el Zoológico de Aragón para brindar condiciones más dignas a las parejas reproductivas. El objetivo es que las crías puedan ser reintroducidas al medio silvestre en el futuro, sin contacto humano directo.
un modelo mundial de conservación
Este programa ha sido reconocido como uno de los más exitosos del mundo en términos de conservación de especies. A diferencia de otras iniciativas que solo logran la reproducción en cautiverio, el programa del lobo mexicano ha logrado crear poblaciones viables en vida silvestre, lo que marca un precedente para la recuperación de otras especies. Además, impulsa la conciencia ambiental en comunidades locales, y se convierte en un ejemplo de cómo la ciencia, la política y la sociedad civil pueden unirse por la vida.
