
El gobierno palestino ha condenado enérgicamente la reciente moción aprobada por la Knesset, el Parlamento israelí, que solicita la anexión de Cisjordania, calificándola como una «declaración de guerra» contra el pueblo palestino y una amenaza directa a la solución de dos Estados respaldada por la comunidad internacional.
La moción, aprobada el 23 de julio de 2025 con 71 votos a favor y 13 en contra, fue presentada por legisladores de los partidos Sionismo Religioso, Likud e Yisrael Beitenu. En ella, se declara que Cisjordania, incluyendo Judea, Samaria y el Valle del Jordán, son «una parte inseparable de la patria histórica del pueblo judío» y se exige la aplicación de la soberanía israelí sobre estas zonas.
El presidente de la Knesset, Amir Ohana, defendió la moción argumentando que «la tierra de Israel pertenece al pueblo de Israel» y que «los judíos no pueden ser ocupantes de su propia tierra ancestral».
En respuesta, el Ministerio de Exteriores palestino emitió un comunicado calificando la moción como «una nueva declaración de guerra contra el pueblo palestino» y una amenaza a la viabilidad de la solución de dos Estados. Además, la calificó como «una manifestación de los crímenes de genocidio, desplazamiento y anexión destinados a liquidar la causa palestina y socavar el consenso internacional sobre el imperativo estratégico de establecer un Estado palestino, con Jerusalén Este como capital».
El vicepresidente de la Autoridad Palestina, Hussein al-Sheikh, también condenó la votación, calificándola como una «escalada peligrosa» que socava las perspectivas de paz y estabilidad en la región. En un comunicado, al-Sheikh afirmó que la votación representa «un ataque directo a los derechos del pueblo palestino» y un desafío a la comunidad internacional.
Por su parte, el portavoz de la Autoridad Nacional Palestina, Nabil Abu Rudeina, recordó que la medida viola las normas internacionales y varias resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Subrayó que la única manera de lograr la paz y la estabilidad regional es mediante el establecimiento de un Estado palestino independiente.
La moción también ha sido condenada por otros países de la región. Jordania y Turquía se sumaron a las condenas y reclamaron medidas a la comunidad internacional frente a las acciones de Israel.