
En una velada que revivió el Domingo de Diamantes en Los Ángeles, los Dodgers lograron una contundente victoria de 5-2 sobre los Minnesota Twins, poniendo fin a una fatídica racha de seis derrotas consecutivas como locales —la más larga desde 2017— y recobrando la confianza ante su afición.
Bate explosivo: Ohtani abrió la pizarra con un estacazo monumental en el primer inning—su jonrón número 35 de la temporada— que adelantó a los Dodgers 2-1 tras el imparable inicial de Byron Buxton para Minnesota.
Dominio desde el montículo: En su sexta apertura desde la cirugía de Tommy John, Shohei lanzó 3 entradas con sólo una carrera permitida, recetando 3 ponches y dejando su efectividad en 1.50 ERA.
Will Smith no se quedó atrás y conectó dos cuadrangulares, uno en la cuarta y otro en la sexta entrada, elevando su total de jonrones en la campaña a 14.
Andy Pages también dejó su huella con un bombazo en la séptima, sumando su 18° jonrón, para estirar la ventaja a 5-1.
Dustin May, el relevo tras Ohtani, brilló al lanzar 4 ⅔ entradas sin permitir carrera y ponchar a cuatro rivales, siendo pieza clave para contener a Minnesota.
En la novena, tras la lesión del cerrador Tanner Scott, Kirby Yates subió a cerrar el partido, enfrentó tensión al conceder una carrera por fly de sacrificio, pero logró asegurar su tercer rescate de la temporada.
La sequía de seis derrotas consecutivas había generado nerviosismo en el Dodger Stadium. Esta victoria representó más que cifras: fue un respiro para el cuerpo técnico, los jugadores y los hinchas.
Ohtani no sólo demostró su poder con el madero (35 jonrones), sino que reafirmó su capacidad como abridor post-cirugía, consolidándose como una figura clave del equipo.