
21 DE JULIO- Las intensas lluvias del sábado provocaron un fuerte deslizamiento de tierra en la alcaldía Magdalena Contreras, dejando al menos 80 viviendas afectadas y decenas de familias damnificadas. La zona más golpeada fue la colonia Lomas de San Bernabé, donde el lodo arrastró ramas, basura y destruyó pertenencias. El Gobierno de la Ciudad de México informó que 29 casas fueron clasificadas con daños graves, mientras se continúa con el censo para determinar el total de personas afectadas.
Vecinos como Patricia Martínez, de 62 años, narraron los angustiosos momentos que vivieron durante el deslave. “Escuchamos un estruendo, y un vecino gritó que el cerro se iba a desgajar. Fue tanto el pánico que salimos corriendo a la calle”, explicó. Como ella, muchos otros apenas lograron ponerse a salvo, aunque sus hogares quedaron destrozados. El seguro de desastres ya fue activado, pero hasta el momento no se han entregado apoyos concretos.
Miguel Vega, otro afectado, tuvo que rescatar a su familia por una ventana del segundo piso al ver cómo su casa quedaba bloqueada por tierra y lodo. “Mi vocho quedó enterrado, el drenaje está colapsado y hay fugas de agua; si no se atiende rápido, podría haber otra inundación”, advirtió. La alcaldía confirmó que otras colonias también sufrieron afectaciones, como Héroes de Padierna, La Malinche y San Jerónimo Lídice.

Uno de los puntos más delicados fue la primera cerrada de Ocotepec, donde una casa quedó al borde del despeñadero tras el paso del deslave. “El agua salía de las coladeras como manantial. Pensamos que se iba a llevar a nuestras hijas”, relató entre lágrimas María Luisa Pacheco, vecina de la zona. La falta de infraestructura de drenaje en terrenos irregulares como éste agrava los riesgos cada temporada de lluvias.
cabe señalar que este tipo de desastres podrían evitarse o mitigarse con una política integral de prevención de riesgos en zonas de alto riesgo. Aunque las lluvias son fenómenos naturales, muchas de estas colonias han crecido sin una planeación adecuada. Expertos en protección civil han advertido que, en lugar de responder con censos y seguros tras los hechos, se requiere reubicar viviendas en zonas vulnerables y mejorar el sistema pluvial en toda la capital, especialmente en áreas con topografía accidentada.
Por ahora, decenas de damnificados buscan refugio con familiares y claman por atención urgente. Ulises Martínez, quien perdió casi todo, resume el sentir general: “Dicen que nos van a ayudar, pero mientras, no tenemos dónde dormir ni qué comer. Lo perdimos todo en minutos y no podemos esperar semanas”. La reconstrucción, tanto material como emocional, apenas comienza.
