
En un amanecer que empezó como cualquier otro pero se tornó en tragedia, una potente explosión sacudió la Academia de Entrenamiento del Departamento del Sheriff del Condado de Los Ángeles (Biscailuz Center) el viernes alrededor de las 7:30 a. m. local. La fuerza del estallido, que según varios medios ocurrió mientras los miembros del escuadrón antibombas manipulaban artefactos explosivos, dejó al menos tres agentes muertos y varios heridos, según reportes iniciales de Fox News, Los Angeles Times y AP.
Las primeras investigaciones revelan que la explosión se produjo en un estacionamiento abarrotado de vehículos policiales y camiones del escuadrón explosivo. Testigos relataron un estruendo intenso, seguido de vidrios rotos y caos mientras los equipos respondían al lugar . El cuerpo de bomberos del condado atendió múltiples llamadas de emergencia, y de inmediato las autoridades evacuaron la zona para garantizar la seguridad de todos .
La reacción del gobierno federal fue inmediata. La fiscal general de los Estados Unidos, Pam Bondi, afirmó en redes que había conversado con el fiscal federal Bill Essayli sobre lo que calificó como un “incidente horrible”, confirmando la presencia de agentes del FBI y el Buró de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) en la escena. El gobernador de California, Gavin Newsom, también fue informado y, según su oficina, ofreció apoyo estatal.
Aunque el Departamento del Sheriff no confirmó oficialmente las muertes, fuentes internas y medios locales aseguraron que tres de sus agentes perdieron la vida durante el trágico suceso . Además, se reportó al menos una persona con lesiones, trasladada a un hospital en estado desconocido.
— Causa del incidente: Según versiones preliminares del Times y Fox News, el incidente ocurrió mientras manipulaban municiones sin detonar recientemente recuperadas. El traslado resultó más peligroso de lo previsto y detonó el artefacto mortal .
— Respuesta táctica: El escuadrón antibombas del LAPD y agentes del FBI aseguraron el lugar y verificaron la ausencia de otros explosivos, mientras se mantiene la evacuación y se resguardan las evidencias.
Este suceso se agrava por tratarse de un área de entrenamiento, destinada a formar y preparar a quienes protegen el condado. La explosión no solo cobró vidas, sino que también conmocionó a la comunidad policial y excede el alcance de un accidente común.
Las autoridades continúan la investigación con el objetivo de determinar el origen exacto del estallido, evaluando si hubo un mal manejo del material explosivo o fallas en los protocolos de seguridad durante su manipulación.