
17-Julio-2025.-Un terrible caso de asesinato de menor ha sacudido a la comunidad de Cancún, luego de que se diera a conocer que una niña de apenas 10 años fue víctima de abuso sexual y posteriormente asesinada a puñaladas por su padrastro. El hecho ocurrió en el interior de una vivienda ubicada en la Región 93, una zona con antecedentes de violencia doméstica y falta de vigilancia comunitaria.
Fue la madre de la menor quien, al regresar de su jornada laboral, se encontró con la desgarradora escena: el cuerpo sin vida de su hija, y junto a ella, dormido, semidesnudo y en evidente estado de intoxicación, el sujeto que debía cuidar de ella. Las primeras versiones indican que el hombre se encontraba en estado de ebriedad y posiblemente bajo los efectos de sustancias ilícitas.
Tras el hallazgo, la mujer salió corriendo a pedir ayuda y se dirigió a la clínica del ISSSTE más cercana, donde un médico confirmó el fallecimiento de la menor. En cuestión de minutos, una patrulla de la Policía Municipal que se encontraba en la zona llegó al lugar y procedió con la detención del padrastro, quien fue puesto a disposición del Ministerio Público.
Elementos de la Fiscalía General del Estado se presentaron posteriormente en el sitio del crimen, aseguraron la escena y ordenaron el traslado del cuerpo al Servicio Médico Forense para realizar la autopsia correspondiente. Mientras tanto, el presunto responsable enfrenta cargos por abuso sexual y homicidio infantil agravado.
Como valor agregado, es importante mencionar que este caso ha generado una fuerte respuesta por parte de colectivos feministas y de protección infantil, quienes están exigiendo la implementación urgente de protocolos más eficaces de prevención de violencia infantil en los hogares, así como el fortalecimiento del sistema de alerta temprana para identificar ambientes familiares peligrosos. La comunidad también ha solicitado mayor presencia de redes vecinales y capacitación a funcionarios para detectar signos de abuso.
El caso ha vuelto a encender el debate sobre el abandono institucional en zonas vulnerables, donde muchas mujeres deben salir a trabajar dejando a sus hijos con personas que no han sido evaluadas ni supervisadas por autoridades de protección. La sociedad civil pide justicia inmediata y un proceso judicial ejemplar que envíe un mensaje claro: estos crímenes no pueden quedar impunes.