
La industria de #autopartes en #México encendió las alarmas tras los nuevos aranceles que Estados Unidos impuso a materias primas clave como el acero y el aluminio. Según estimaciones del sector, estos aranceles podrían implicar costos adicionales de hasta 8 mil millones de dólares para las empresas que producen y exportan autopartes hacia el mercado estadounidense, uno de los principales destinos de estas manufacturas.
El aumento en costos no solo afectará la competitividad de las empresas mexicanas, sino que también podría traducirse en mayores precios finales para vehículos ensamblados tanto en México como en Estados Unidos. La industria automotriz es uno de los pilares del comercio bilateral bajo el T-MEC, por lo que el impacto de estos aranceles preocupa a fabricantes, exportadores y autoridades.
Componentes afectados y cadenas de valor
De acuerdo con especialistas, las piezas que más resentirán el alza de costos son aquellas que requieren procesos intensivos de acero y aluminio. Entre ellas están chasis, carrocerías, puertas, cofres, rines, estructuras de asientos, suspensiones y componentes del motor, que dependen directamente de estas materias primas.
Asimismo, las autopartes electrónicas y módulos de seguridad que llevan carcasas metálicas, como frenos, sistemas de dirección o soportes para baterías en autos eléctricos, también enfrentarán incrementos en sus costos de producción. La cadena de valor se ve afectada desde los productores de materia prima hasta las plantas de ensamble de autos, creando presiones en todo el sector.
Preocupación por la competitividad del sector
Empresarios del ramo advierten que los aranceles podrían provocar que las empresas pierdan competitividad frente a proveedores de otros países que no enfrentan estos cargos. México es el cuarto exportador de autopartes del mundo y uno de los principales abastecedores de las armadoras en Estados Unidos, por lo que cualquier aumento en costos impacta directamente la balanza comercial y el empleo en el sector.
Las cámaras industriales han llamado al gobierno mexicano a dialogar con su contraparte estadounidense para negociar posibles excepciones o reducciones en los aranceles. También se exploran estrategias para diversificar mercados y reducir la dependencia del acero y aluminio importado, aunque estos cambios tomarían tiempo y recursos significativos.
Impacto en los consumidores y la economía
El encarecimiento de las autopartes podría trasladarse al precio final de los vehículos, afectando a consumidores en México y Estados Unidos. Expertos estiman que, de mantenerse los aranceles, la industria deberá decidir entre absorber el costo, trasladarlo al precio final o reducir márgenes de ganancia, lo que a largo plazo afectaría la inversión y el empleo.