
#Mañanera del puebo-16 DE JULIO-La jefa de Gobierno electa, Claudia Sheinbaum, confirmó que el Estadio Azteca será la sede oficial para la inauguración del Mundial 2026, que se celebrará en conjunto entre México, Estados Unidos y Canadá. Con este anuncio, la capital mexicana reafirma su papel protagónico en uno de los eventos deportivos más importantes del planeta, luego de meses de especulaciones y ajustes logísticos.
Sheinbaum señaló que la FIFA y el Comité Organizador ratificaron al Coloso de Santa Úrsula como el recinto inaugural, lo que convertirá a México en el primer país en la historia en inaugurar tres Copas del Mundo: 1970, 1986 y ahora 2026. Este reconocimiento no solo resalta la tradición futbolera del país, sino también su capacidad para organizar eventos de talla internacional.
Además, se dio a conocer que el Estadio Azteca será sometido a un proceso de remodelación, el cual incluirá mejoras en accesibilidad, seguridad, conectividad digital y servicios para los aficionados. Estas obras están programadas para concluir antes de la mitad de 2025, garantizando que el inmueble cumpla con los estándares requeridos por la FIFA.

En el plano social y económico, se espera que la inauguración del Mundial tenga un impacto positivo para la Ciudad de México, con la llegada de miles de turistas, generación de empleos temporales y promoción de la ciudad a nivel global. Autoridades locales y federales trabajarán de forma conjunta para garantizar la logística, seguridad y movilidad antes y durante el evento.
Sin embargo, el evento también despierta preocupaciones legítimas. Vecinos de la zona del Estadio Azteca han externado dudas sobre el impacto ambiental y urbano que traerá la remodelación y el incremento del turismo. Organizaciones civiles han solicitado transparencia en los contratos de obra, así como medidas de mitigación para evitar afectaciones a la movilidad y calidad de vida en Coyoacán y Tlalpan. Este tipo de proyectos, aunque emblemáticos, deben realizarse con participación ciudadana para garantizar beneficios sostenibles y no solo imagen internacional.
Finalmente, la elección del Estadio Azteca como sede inaugural es también un acto simbólico de unión cultural y futbolística. El fútbol, como lenguaje universal, colocará a México una vez más en el centro de los reflectores mundiales, pero el verdadero reto será que ese brillo beneficie a todos y no solo a unos cuantos.
