
Medidas drásticas para enfrentar la crisis financiera
El gobierno de Francia ha anunciado un paquete de medidas económicas que han generado gran controversia: congelación de pensiones, recortes en gasto social y sanitario, reducción de empleo público y hasta la eliminación de algunos días festivos. Todo con el objetivo de frenar el crecimiento de la deuda pública, que ha alcanzado niveles alarmantes.
Eliminación de festivos y menos empleados públicos
Entre las decisiones más polémicas está la eliminación de días festivos, una estrategia que busca aumentar la productividad nacional. A esto se suma la reducción del empleo público, lo que significa que no se reemplazarán vacantes en áreas clave como la educación, la salud o la administración, provocando preocupación entre sindicatos y trabajadores.

El gobierno argumenta que estas medidas son necesarias para cumplir con los compromisos fiscales ante la Unión Europea y estabilizar las finanzas del país. La deuda pública francesa se ha disparado tras años de gasto elevado, especialmente tras la pandemia y las ayudas energéticas. Ahora, las autoridades aseguran que se requiere un ajuste inmediato y firme.
Los recortes al sistema de salud también han levantado alarmas. Se reducirán presupuestos para hospitales públicos y se limitarán algunas coberturas, en un contexto en el que el sistema sanitario ya enfrenta problemas de saturación y falta de personal. Esto podría afectar directamente a millones de personas, especialmente en zonas rurales o vulnerables.
Respecto a las pensiones, la congelación de su valor implica que los montos que reciben los jubilados no se ajustarán conforme a la inflación, lo que en la práctica representa una pérdida de poder adquisitivo. Esta decisión ha sido duramente criticada por asociaciones de pensionados, que la consideran injusta y peligrosa para quienes viven con ingresos limitados.