
En el último año, el mercado estadounidense de snacks vivió un inesperado retroceso: las ventas unitarias de dulces bajaron 6.1 % y las de snacks salados 1.2 %, según datos de NielsenIQ citados por Financial Times,. Esta caída, aunque moderada, ha encendido las alarmas en gigantes como PepsiCo, Campbell’s, JM Smucker y Mondelez, que apostaron fuerte por este segmento.
Entre los factores detrás de esta tendencia, destacan el aumento de precios —con frecuentes “shrinkflation”—, la adopción de medicamentos GLP‑1 para bajar de peso que reducen el apetito, y una mayor conciencia de salud que aleja a los consumidores de los alimentos ultra‑procesados. Además, muchos optan por preparar alimentos en casa o elegir alternativas más económicas y nutritivas .
En respuesta, las empresas están ajustando sus estrategias: lanzan presentaciones más pequeñas, reformulan productos con menos azúcar y exploran nuevos sabores e ingredientes saludables. Por ejemplo, Campbell’s introdujo paquetes de Goldfish de 70 g por menos de 2 dólares, y Mondelez ofrece opciones que van de porciones individuales a tamaños familiares.