
10 DE JULIO-Los Sanfermines vivieron este jueves su cuarto encierro, protagonizado por los toros de Victoriano del Río, en una carrera que se convirtió en la más rápida de esta edición con un tiempo récord de 2 minutos y 19 segundos. A pesar de la intensidad del recorrido, no se registraron cornadas, lo que lo convierte en uno de los encierros más limpios del año. Según el primer parte emitido por la Cruz Roja, hubo únicamente cuatro traslados: tres por contusiones y uno por un pisotón en la cabeza, ninguno de gravedad.
Desde los corrales hasta la Plaza de Toros de Pamplona, los astados de Victoriano del Río corrieron agrupados, mostrando nobleza y potencia, características que los han hecho famosos en la fiesta brava. En la calle Estafeta, los corredores aprovecharon un pequeño hueco en la manada para realizar emocionantes carreras largas, momento que es considerado un privilegio para los más experimentados.
La única situación de riesgo se presentó cuando un corredor cayó al suelo y permaneció en el centro del carril tras la curva de Mercaderes. Afortunadamente, fue esquivado por los animales y solo sufrió golpes menores. Las asistencias médicas actuaron con rapidez, reflejando la eficacia del operativo de seguridad desplegado durante los encierros.

Más allá de la adrenalina y la tradición, los Sanfermines representan también una fuente importante de ingresos para la ciudad. Se estima que Pamplona podría recaudar cerca de 100 millones de euros gracias a esta celebración, mientras que el presupuesto público destinado a la fiesta es de apenas 2 millones. La diferencia convierte a este evento en uno de los más rentables del país, comparable con la Feria de Abril de Sevilla o las Fallas de Valencia.
Uno de los negocios más lucrativos durante estos días son los balcones en el recorrido del encierro. Para quienes prefieren ver el espectáculo con comodidad y seguridad, los precios por alquilar un espacio con vista privilegiada varían entre los 800 y 1200 euros, es decir, de 18 mil a 26 mil 500 pesos mexicanos. Una muestra clara de la elevada demanda y del perfil turístico internacional que sigue atrayendo el evento.
Además del impacto económico, los Sanfermines ofrecen un reto constante a las autoridades y organizadores, quienes cada año deben equilibrar tradición, seguridad y bienestar animal. Aunque este cuarto encierro fue calificado como “limpio”, organizaciones defensoras de los derechos de los animales han cuestionado la continuidad de este tipo de celebraciones. Mientras tanto, la ciudad de Pamplona continúa afinando su logística, con protocolos médicos y de seguridad cada vez más eficientes, que permiten que la fiesta se viva con menor riesgo, sin perder su esencia histórica.
