
La masacre de Tlatelolco, ocurrida el 2 de octubre de 1968, sigue siendo una herida abierta en la memoria colectiva de México. Más de cinco décadas después, la ópera prima de Pierre Saint-Martin Castellanos, No nos moverán, llega a las salas de cine para ofrecer una reflexión profunda y conmovedora sobre las secuelas de ese trágico evento. La película se estrenará comercialmente el próximo 24 de julio, tras haber sido aclamada en festivales internacionales como el de Guadalajara y Toulouse.
La trama sigue a Socorro (interpretada magistralmente por Luisa Huertas), una abogada que, después de décadas de búsqueda, descubre la identidad del soldado responsable de la muerte de su hermano durante la masacre. Impulsada por el dolor y la necesidad de justicia, Socorro decide enviar a un joven a confrontar al culpable. La película aborda temas como la venganza, el perdón y la memoria histórica, invitando al espectador a reflexionar sobre las cicatrices que dejan los traumas colectivos
A diferencia de otras producciones que han abordado el 68 desde una perspectiva histórica, No nos moverán se distingue por su tono contemporáneo y su estilo visual único. Filmada en blanco y negro, la película utiliza el humor negro para conectar con una audiencia joven, sin perder la profundidad emocional que caracteriza a las grandes obras cinematográficas. Este enfoque ha sido clave para que la película resuene especialmente entre las nuevas generaciones, que encuentran en ella una forma de conectar con el pasado reciente de México.
No nos moverán ha sido reconocida con 15 nominaciones en la 67ª edición de los Premios Ariel, incluyendo Mejor Película, Mejor Dirección, Mejor Actriz y Mejor Ópera Prima. Estos reconocimientos destacan la calidad artística y la relevancia social de la película, consolidándola como una de las producciones más destacadas del cine mexicano contemporáneo.
Además de su estreno comercial, la película formará parte de la 77ª Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional, donde se proyectará en diversas ciudades del país. Esta iniciativa busca acercar la película a un público más amplio y fomentar el diálogo sobre la memoria histórica y la justicia social.
No nos moverán no es solo una película; es un llamado a la reflexión, una invitación a no olvidar y a reconocer las lecciones del pasado para construir un futuro más justo. Con una narrativa poderosa y una dirección impecable, esta película promete dejar una huella profunda en todos aquellos que se atrevan a enfrentarse a su historia.
