
Los Ángeles, California — Un incidente que pudo haberse convertido en tragedia terminó con un final afortunado la noche del miércoles, cuando 31 trabajadores quedaron atrapados en un túnel en construcción en el condado de Los Ángeles y posteriormente fueron rescatados sin sufrir heridas graves, según informaron las autoridades locales.
El accidente ocurrió cuando una sección del túnel, que forma parte de una ambiciosa obra de infraestructura valorada en aproximadamente 700 millones de dólares, colapsó parcialmente. La construcción se encuentra a una profundidad de alrededor de 121 metros bajo tierra, y el derrumbe se produjo en el tramo entre la máquina tuneladora —ubicada a unos 8 kilómetros de la única entrada al túnel— y los obreros, quienes se encontraban a unos 9.6 kilómetros del acceso principal en el momento del incidente.
Michael Chee, portavoz de los Distritos de Saneamiento del Condado de Los Ángeles, explicó que el túnel está diseñado para transportar aguas residuales tratadas desde diferentes puntos del condado hasta el océano Pacífico. El conducto tiene un diámetro de 5.5 metros y se extiende a lo largo de 11.3 kilómetros, en su mayoría excavados bajo la vía pública para minimizar afectaciones a la superficie urbana.
Un rescate desafiante pero exitoso
Tras el colapso, los trabajadores se vieron obligados a desplazarse internamente por el túnel y escalar una montaña de tierra suelta de más de 19.3 metros de altura para alcanzar la zona donde se encontraba la tuneladora. Desde allí, las autoridades lograron organizar su extracción, utilizando una grúa equipada con una jaula amarilla de seguridad que se fue desplazando para sacar a los operarios uno por uno.
Las imágenes captadas desde el aire mostraron el preciso y cuidadoso trabajo de rescate. Afortunadamente, ninguno de los trabajadores resultó con heridas de consideración, aunque las autoridades no han descartado la posibilidad de evaluar secuelas físicas o emocionales derivadas del suceso.
Reacción de familiares y comunidad
La noticia del derrumbe generó una ola de preocupación entre familiares de los trabajadores. Arally Orozco, una de las personas afectadas, relató que se encontraba en la iglesia cuando su celular comenzó a vibrar intensamente con llamadas y mensajes. Uno de ellos provenía de su hijo, quien le avisó que sus tres hermanos, empleados en la obra, se encontraban en el túnel en el momento del colapso.
Aunque el incidente no dejó víctimas, las autoridades no subestiman su gravedad. Michael Chee señaló que la causa exacta del derrumbe aún está bajo investigación. Equipos técnicos especializados ya se encuentran analizando el terreno y la estructura para determinar qué provocó el colapso, y para prevenir cualquier riesgo adicional durante la continuación de los trabajos.
Un proyecto clave para la infraestructura ambiental
El túnel es parte de un sistema de gestión de aguas residuales que busca mejorar la sostenibilidad ambiental en el condado de Los Ángeles. Transportará efluentes tratados directamente al océano, de forma más eficiente y con menor impacto en la superficie urbana.