
9 DE JULIO-#Ucrania enfrenta su peor jornada de #bombardeos desde el inicio de la invasión rusa en 2022, con un total de 728 drones y 13 misiles lanzados en distintas regiones del país. La fuerza aérea ucraniana reportó haber derribado 711 drones y siete misiles, lo que evitó mayores pérdidas, aunque varias ciudades estratégicas resultaron afectadas. El presidente Volodymyr Zelensky afirmó que esta nueva escalada demuestra que Rusia no tiene intención de poner fin al conflicto, a pesar de los recientes esfuerzos internacionales por lograr un alto al fuego.
Uno de los blancos más golpeados fue Lutsk, ciudad clave para el tránsito de ayuda humanitaria y militar cerca de la frontera con Polonia. También se reportaron explosiones en Lviv, Rivne y Kyiv, donde las defensas aéreas respondieron de forma inmediata. Aunque estas zonas no suelen ser atacadas con la misma frecuencia que el este del país, esta acción masiva ha sido interpretada como una señal de advertencia. Según fuentes ucranianas, muchos de los drones rusos eran señuelos diseñados para sobrecargar los sistemas de defensa.
El ataque se produjo poco después de que el presidente Donald Trump anunciara que Estados Unidos reanudará el envío de armamento a Ucrania, una decisión que representa un viraje respecto a la suspensión reciente del apoyo militar. Durante sus declaraciones, Trump criticó con dureza al presidente ruso Vladimir Putin, a quien acusó de “decir muchas tonterías” y de no tener voluntad real para alcanzar un acuerdo de paz. El Kremlin, por su parte, aseguró que se mantiene “tranquilo” ante las expresiones de Washington.

Además del envío de armas, Trump indicó que está evaluando un proyecto de ley de sanciones propuesto por el senador Lindsey Graham, que contempla aranceles del 500 % a países que mantengan acuerdos comerciales con Rusia. Aunque hasta ahora no se han aplicado nuevas sanciones formales, esta medida sería una de las más agresivas impuestas desde el inicio de la guerra. Voceros del Kremlin desestimaron la amenaza, pero analistas aseguran que Moscú podría responder con restricciones energéticas o cibernéticas.
Fuentes diplomáticas europeas revelaron que Ucrania está negociando con Alemania y Polonia un corredor de defensa antiaérea compartido, que permitiría fortalecer las respuestas conjuntas frente a ataques masivos. Esta cooperación incluiría el intercambio de inteligencia en tiempo real y la integración de sistemas Patriot y IRIS-T en zonas fronterizas. La idea, impulsada por la OTAN, busca prevenir que los ataques rusos impacten en países aliados o interfieran con la ayuda internacional.
Mientras tanto, la guerra sigue sin una salida diplomática clara. Las dos últimas rondas de conversaciones no lograron avances sustanciales, y ni Kyiv ni Moscú muestran señales de ceder. Con ataques cada vez más intensos y una comunidad internacional dividida entre sanciones, apoyo militar y llamados a la paz, el conflicto en Ucrania sigue siendo uno de los principales focos de inestabilidad global.
