En su primer día en el cargo, el presidente Donald Trump emitió una orden ejecutiva destinada a poner fin a la ciudadanía por derecho de nacimiento, un principio fundamental que concede la ciudadanía estadounidense a todos los niños nacidos en suelo estadounidense. Ese derecho está consagrado en la Constitución desde hace más de 160 años.
No tardaron en presentarse demandas contra la orden, y jueces de varios estados dictaron órdenes judiciales a nivel nacional para impedir que entrara en vigor. Pero el viernes, la Corte Suprema se puso mayoritariamente del lado del gobierno de Trump. Aunque no dictaminó sobre la constitucionalidad de la orden ejecutiva sobre la ciudadanía por derecho de nacimiento, rechazó las órdenes judiciales a nivel nacional que habían bloqueado la orden, con lo que despejó el camino para que se aplique, al menos temporalmente, en la mayoría de los estados.
Esto deja muchos interrogantes. ¿Tendrán derecho a la ciudadanía los bebés nacidos de migrantes indocumentados en algunos estados, pero no en otros? ¿Pueden ser deportados los hijos de esos padres que nacieron en estados en los que la orden está en vigor? ¿Empezará de nuevo la discusión por una nueva impugnación judicial?
Nada es seguro. Pero veamos cómo es posible que se desarrolle el próximo capítulo del debate.
¿Las restricciones a la ciudadanía por derecho de nacimiento tienen efecto inmediato?
No. Grupos de defensa de los derechos de migrantes y 22 estados, todos ellos con dirigentes demócratas, habían demandado la orden de ciudadanía por derecho de nacimiento, y tres tribunales federales de distrito anularon la política. Entre esos estados estaban Arizona, California, Maryland, Nueva York, Carolina del Norte y Washington. Lo más probable es que quienes impugnaron en esos estados vuelvan a intentarlo.
En 28 estados que no habían impugnado la orden, como Arkansas, Misisipi, Dakota del Norte y Texas, la orden puede entrar en vigor. Pero la Corte Suprema impuso un aplazamiento de 30 días antes de que eso pueda ocurrir, lo que deja tiempo para nuevas maniobras legales.
¿Qué sigue para las impugnaciones?
Aunque la Corte Suprema rechazó la capacidad de un solo juez federal para bloquear la aplicación de una orden presidencial en todo el país, los jueces abrieron otras vías legales para quienes intenten impugnar una orden ejecutiva como la medida sobre la ciudadanía por derecho de nacimiento.
Una de ellas, sugirieron, podría ser una demanda colectiva, en la que se certifica a un grupo de demandantes para que representen a una clase amplia de personas que se ven afectadas de forma similar y tienen legitimación para demandar conjuntamente.
Ya el viernes, los demandantes estaban revisando sus impugnaciones legales como demandas colectivas. Pero antes de que puedan siquiera empezar a plantear los fundamentos de su impugnación constitucional, un juez debe aprobar lo colectivo. El aplazamiento de 30 días impuesto por la Corte Suprema da a los abogados tiempo para reorganizarse jurídicamente, pero no mucho.
“La decisión judicial de hoy significa que, a menos que un tribunal certifique una demanda colectiva en los próximos 30 días, el gobierno de Trump puede empezar a aplicar su derogación de la ciudadanía por derecho de nacimiento”, dijo Stephen Yale-Loehr, experto en inmigración de la Facultad de Derecho de Cornell.
Algunos grupos de defensa de los migrantes han solicitado a un juez federal de Maryland un bloqueo de emergencia, y también han vuelto a presentar su demanda solicitando la certificación de la demanda colectiva para incluir a todas las mujeres embarazadas o a todos los niños nacidos de una familia que carezca de estatus legal permanente, independientemente de dónde vivan.
La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU por su sigla en inglés), junto con otros grupos de derechos civiles, también presentó rápidamente una nueva demanda para obtener la certificación de la demanda colectiva.
“La Constitución garantiza la ciudadanía por derecho de nacimiento, y ningún fallo procesal nos impedirá luchar por mantener esa promesa”, dijo Tianna Mays, directora jurídica del Fondo de Defensores de la Democracia. “Nuestros demandantes, y millones de familias de todo el país, merecen claridad, estabilidad y justicia. Estamos deseando volver a exponer nuestro caso ante los tribunales”.
¿Ahora nacerán bebés apátridas en Estados Unidos?
Los bebés nacidos de migrantes sin estatus completamente legal en los 28 estados en los que no se impugnó la orden ejecutiva podrían verse privados de la ciudadanía estadounidense, lo que hace temer que dentro de un mes, si la orden de Trump entra en vigor, podría haber recién nacidos apátridas y vulnerables a la deportación.
Algunos bebés podrían adquirir la ciudadanía extranjera de sus padres, si su país de origen lo permite. Sin embargo, si nacieran de padres de países que no reconocen la ciudadanía derivada a través de uno de los progenitores, los bebés podrían acabar siendo apátridas. Entre los países que permiten la ciudadanía derivada están México, Brasil y Polonia.
Si un bebé nace en un estado que apoya al gobierno de Trump en su oposición a la ciudadanía por derecho de nacimiento, como Texas, el niño no tendría derecho a pasaporte estadounidense ni a prestaciones sanitarias y sociales disponibles solo para los ciudadanos.
¿Sería posible deportar a los bebés nacidos de padres indocumentados?
El viernes, la fiscala general Pam Bondi eludió las preguntas sobre quién sería responsable de verificar la ciudadanía bajo la política de Trump y si los profesionales médicos serían responsables de verificar la ciudadanía de los nuevos padres.
“Todo esto está pendiente de litigio”, dijo Bondi, prediciendo que tales cuestiones se decidirían en el próximo periodo del tribunal.
Varios juristas han dicho que lo más probable es que la capacidad de los niños para permanecer en el país esté vinculada al estatus de inmigración de sus padres. Por ejemplo, si un niño naciera de dos padres indocumentados, el gobierno podría decidir deportarlos a todos si tuviera una base para deportar a los padres.
“No veo al gobierno persiguiendo a bebés, para intentar deportar a los bebés independientemente de sus padres”, dijo Cristina Rodriguez, profesora de la Facultad de Derecho de Yale. “Lo que importará es el estatus de los padres, en cuyo caso no hay ningún impedimento para expulsar a los bebés junto con los padres”.
¿Se podría deportar a los bebés de padres con visas temporales?
Según la orden de Trump, los hijos de personas con visas para estudiar y trabajar en Estados Unidos tampoco podrían optar a la ciudadanía automática.
Por ejemplo, los bebés nacidos de un progenitor con un visado de trabajo temporal, como el H-1B para trabajadores cualificados, se verían privados de la ciudadanía estadounidense.
Es posible que estos bebés heredaran el estatus de sus padres de migrantes legales temporales. Eso complicaría, o imposibilitaría, que obtuvieran prestaciones, pero sería improbable que fuesen deportados.
“Simplemente no obtendrán certificados de nacimiento”, dijo Rodriguez.
¿Y si la Corte Suprema invalida la orden sobre la ciudadanía por derecho de nacimiento?
Dependiendo de cómo se resuelvan los nuevos casos, es posible que miles de niños nacidos en los próximos meses no tengan la ciudadanía estadounidense automática, aunque el gobierno de Trump pierda finalmente su intento de conseguir que la Corte Suprema avale constitucionalmente la orden.
Es posible que a esos niños se les conceda la ciudadanía con carácter retroactivo, dijeron varios analistas jurídicos, pero eso requeriría un proceso burocrático.
“Desde el punto de vista práctico, podría ser un lío gigantesco, y podría tener consecuencias importantes”, dijo Rodriguez. “Las familias podrían haber sido deportadas y los niños privados de atención médica vital”.
Muchas otras cuestiones siguen sin estar claras, como qué ocurriría con las familias divididas en las que algunos niños nacen de padres indocumentados que más tarde se convierten en residentes legales y tienen más hijos, quienes podrían optar a la ciudadanía incluso con la orden de Trump.
“Los problemas prácticos de poner fin a la ciudadanía por derecho de nacimiento son enormes e impredecibles”, dijo Yale-Loehr.
Zolan Kanno-Youngs colaboró con reportería.
Miriam Jordan
reporta sobre personas migrantes y su impacto en la demografía, la sociedad y la economía de Estados Unidos desde la perspectiva de base.
Es preocupante que se cuestione un derecho tan básico como la ciudadanía para los hijos de migrantes. Esto podría generar más problemas y divisiones en lugar de soluciones. La idea de que un niño no pueda ser ciudadano solo por el estatus de sus padres no suena justa.
Es preocupante que se ponga en duda el derecho a la ciudadanía de los hijos de migrantes. Esto puede afectar a muchas familias que ya enfrentan suficientes problemas. Es importante que se respete este derecho, ya que todos merecen una oportunidad justa en la vida.
Es preocupante que se ponga en duda un derecho tan básico como la ciudadanía por nacimiento. Los niños no tienen la culpa de la situación de sus padres y merecen tener un futuro seguro y estable. Es un tema complicado, pero quitarles ese derecho solo crea más problemas y desigualdades.