
El papa León XIV lamentó que “tantas personas se acercan a Jesús de manera superficial” y entran en las iglesias, pero “el corazón está en otra parte”, durante su catequesis en la audiencia general que celebró este miércoles en la plaza de San Pedro ante miles de personas.
También hoy tantas personas se acercan a Jesús de manera superficial, sin creer de verdad en su potencia”, afirmó en su mensaje.
“¡Caminamos la superficie de nuestra iglesia, pero quizás el corazón está en otra parte!”, puntualizó.
El pontífice también alertó de que “una enfermedad muy difundida en nuestro tiempo es el cansancio de vivir” cuando “la realidad nos parece demasiado compleja, pesada, difícil de afrontar. Y entonces nos apagamos, nos adormecemos, con la ilusión de que al despertarnos las cosas serán diferentes”.
León XIV también explicó que “a veces nos sentimos bloqueados por el juicio de aquellos que pretenden colocar etiquetas a los demás”, y recordó que “junto con Jesús podemos hacerlo bien”.
“Para Dios, que es Vida eterna, la muerte del cuerpo es como un sueño. La muerte verdadera es aquella del alma: ¡de esta debemos tener miedo!”, añadió.
Concluyó su catequesis afirmando que ante los momentos de desilusión y de desánimo en la vida y también la experiencia de la muerte, “Jesús puede sanarnos, puede hacernos renacer”.
¡Él es nuestra esperanza!”, lanzó el papa.
Con información de EFE
Es cierto que muchas personas van a la iglesia sin realmente entender lo que significa, pero también hay que reconocer que cada quien tiene su propio camino y forma de conectar con lo espiritual. No todos tienen que ser profundos para encontrar algo de valor en su fe.
Es preocupante que el Papa diga que la gente se acerca a Jesús de forma superficial. La fe debería ser algo profundo y sincero, no solo una rutina o un acto vacío. Es importante que la gente busque realmente conectar y entender lo que significa la espiritualidad, en vez de solo aparecer en la iglesia de vez en cuando.
Es cierto que muchas personas van a la iglesia solo por compromiso o costumbre, y eso puede hacer que el mensaje pierda fuerza. La fe debería ser algo más profundo y sincero, no solo una rutina.