Mayor vigilancia a precursores del fentanilo
Las autoridades de China anunciaron que endurecerán los controles sobre dos productos químicos clave para la fabricación de fentanilo, en lo que muchos interpretan como un gesto de buena voluntad hacia Estados Unidos. Los químicos, 1-Boc-4-AP y piperidón-4, serán clasificados como sustancias peligrosas bajo estricta vigilancia a partir del 20 de julio, según confirmaron seis agencias gubernamentales en un documento oficial.
Este anuncio llega justo después de una reunión celebrada la semana pasada entre el ministro de Seguridad Pública chino, Wang Xiaohong, y el embajador estadounidense en Pekín, David Perdue. En ese encuentro, ambas partes reafirmaron su disposición a cooperar para enfrentar la crisis de los opioides, uno de los temas más sensibles en la relación bilateral.
Gesto diplomático en medio de tensiones comerciales
La medida de China se percibe como un intento de suavizar las tensiones con Washington, que desde hace años acusa a Pekín de ser un eslabón crucial en la cadena de suministro de fentanilo y sus precursores. La Administración Trump había amenazado con imponer aranceles de hasta un 145% a importaciones chinas como forma de presión para frenar el flujo de estas sustancias.
Actualmente siguen vigentes aranceles del 20% relacionados con la crisis del fentanilo, mientras ambas naciones continúan negociando nuevas medidas arancelarias. El embajador Perdue señaló que la reciente cooperación antidroga es un paso clave para reforzar la colaboración entre las fuerzas de seguridad de ambos países.
China defiende su papel en la lucha global antidrogas
Por su parte, el gobierno chino insiste en que ya ha realizado esfuerzos significativos para frenar el tráfico ilegal de fentanilo y considera que Estados Unidos debería reconocerlo abiertamente. «Esta nueva iniciativa es un reflejo de la participación activa de China en la gestión global contra las drogas y de su compromiso como gran potencia responsable», subrayaron autoridades en Pekín.
El piperidón-4 está catalogado como precursor del fentanilo en la legislación estadounidense, mientras que el 1-Boc-4-AP, conocido también como 1-Boc-4-piperidón, puede servir para sintetizar otros compuestos clave para esta droga sintética.
La crisis de los opioides ha dejado miles de muertos en Estados Unidos, y frenar la entrada de sustancias ilegales es uno de los principales retos para las autoridades de ese país. Washington insiste en que la cooperación de China es indispensable para controlar la epidemia.
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