
CIUDAD DE MÉXICO.— Familiares y amigos de Ximena Guzmán y José Muñoz, colaboradores de la jefa de Gobierno, Clara Brugada, recibieron un homenaje póstumo a un mes de su asesinato. La ceremonia se realizó de manera privada en el Museo de la Ciudad de México en el Centro Histórico, donde se vio a decenas de personas ingresar con arreglos florales.
El acceso estuvo restringido, únicamente a miembros del gabinete capitalino, entre los que destacó la presencia de Alejandro Encinas, secretario de Planeación, Ordenamiento Territorial y Coordinación Metropolitana; y César Cravioto, secretario de Gobierno.
También se vio a Luisa María Alcalde Luján, dirigente nacional de Morena; y a Martha Ávila, presidenta de la Mesa Directiva del Congreso local. Una vez que ingresaron los invitados, pasadas las 12 del día de ayer, se cerró la puerta del museo.
Al lugar también asistió la jefa de Gobierno, quien ingresó por la puerta trasera del recinto y evitó dar declaraciones. En el memorial participaron los cantantes mexicanos Regina Orozco y Fernando Rivera Calderón, quienes abrieron el homenaje con la canción “Yo vengo a ofrecer mi corazón” del argentino Fito Páez.
Antes del homenaje, en un evento público, Clara Brugada, afirmó que no se ha dejado de trabajar por la justicia “como en ningún otro caso” en la Ciudad.
“Hoy se cumple un mes del ataque que sufrieron nuestros compañeros José Muñoz y Ximena Guzmán. Desde entonces, no hemos dejado de trabajar por la justicia, como en ningún otro caso, en esta Ciudad”, aseguró.
Es una pena que sigan ocurriendo estos crímenes y que las autoridades no hagan lo suficiente para proteger a quienes trabajan en el periodismo. Es fundamental que se tomen medidas más serias para garantizar la seguridad y justicia, porque sin eso, se pierde la confianza en el sistema.
Es preocupante que haya tanta violencia y que los responsables de estos crímenes sigan sin ser castigados. La falta de justicia solo alimenta más el miedo y la desconfianza en la sociedad. Es hora de que se tomen medidas serias para proteger a quienes arriesgan su vida por informar.