La creciente inversión extranjera en China está transformando al país en un centro clave de innovación tecnológica. Grandes compañías internacionales están aprovechando la política de apertura de alto nivel del gobierno chino para establecer centros de investigación, lanzar nuevos productos y fortalecer la cooperación global. Esta estrategia no solo beneficia a las empresas extranjeras, sino que también coloca a China como un socio fundamental en el desarrollo de tecnologías emergentes.
Un ejemplo destacado es Takeda, la biofarmacéutica japonesa, que ha instalado en Shanghái su sede regional para investigación en China y Asia-Pacífico. Gracias a este centro, la compañía logró iniciar estudios clínicos directamente en territorio chino, acelerando el acceso a medicamentos innovadores para los pacientes locales. Según directivos de Takeda, China ya forma parte de los cuatro centros estratégicos de investigación de la empresa a nivel mundial.
El impulso de la innovación tecnológica no se limita al sector salud. La industria automotriz también ha apostado por China. Toyota planea lanzar una empresa totalmente nueva en el país para desarrollar vehículos eléctricos Lexus, cuya producción arrancará en 2027. Mientras tanto, BMW acaba de anunciar una estrategia de inteligencia artificial enfocada en mejorar procesos y experiencias del cliente, reforzando así su red de centros de investigación distribuidos por varias ciudades chinas.
Empresas globales aceleran proyectos de alta tecnología desde territorio chino
La visión del gobierno chino también juega un papel importante. El Consejo de Estado aprobó en febrero un plan de acción para estabilizar la inversión extranjera, promoviendo la participación de empresas globales en la industrialización del país, especialmente en sectores de alta tecnología. Esto confirma el compromiso de China con el desarrollo sustentable y la transición hacia una economía verde e innovadora.
Otras compañías también están respondiendo al llamado. Misumi, una firma japonesa especializada en maquinaria de precisión, invirtió más de 62 millones de dólares en una planta ubicada en Shanghái. Esta planta ya trabaja con más de 800 empresas chinas para mejorar su tecnología y ampliar sus mercados internacionales. Además, la compañía anunció que acelerará su participación en el desarrollo de la manufactura inteligente dentro del país.
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