
El primer vuelo de autodeportación
El gobierno de Estados Unidos, bajo la administración de #DonaldTrump, lanzó su primer vuelo con migrantes que optaron por la #autodeportación, partiendo desde Texas con rumbo a Honduras y Colombia. En este primer grupo viajaron 64 personas que decidieron regresar por voluntad propia a sus países de origen, como parte del nuevo programa llamado «Vuelta a casa», impulsado desde el pasado 9 de mayo.
Migrantes reciben apoyo económico
Los migrantes que aceptaron salir del país por su cuenta recibieron 1.000 dólares para cubrir los gastos de viaje, además de mantener la posibilidad de regresar en el futuro de manera legal. Según el Departamento de Seguridad Interior (DHS), este nuevo plan tiene como objetivo reducir los altos costos de las deportaciones tradicionales y acelerar los procesos migratorios en curso.

El programa “Vuelta a casa” ofrece dos opciones claras a los migrantes en situación irregular: salir voluntariamente con apoyo del gobierno o enfrentar consecuencias legales severas como multas, confiscación de bienes, encarcelamiento o expulsión forzada. Esta medida ha generado reacciones divididas, ya que algunos ven la oportunidad de regresar sin enfrentar represalias, mientras otros critican la presión implícita detrás de estas “decisiones voluntarias”.
Uno de los jóvenes hondureños que regresó es Wilson Sáenz, de 22 años, quien migró desde Puerto Cortés en busca de un mejor futuro. Al no encontrar empleo estable en Texas, optó por regresar a su país natal, pero con la esperanza de volver a Estados Unidos legalmente. Como él, muchas personas migrantes enfrentan la dura realidad de no encontrar oportunidades sostenibles pese a los sacrificios realizados.
También regresó Iris Díaz, una madre hondureña que viajó con sus dos hijos pequeños. Después de que su esposo fuera deportado, se vio sola y sin opciones, por lo que decidió acogerse al programa. Su familia la recibió en el aeropuerto de San Pedro Sula, donde además del apoyo del gobierno estadounidense, las autoridades locales entregaron 200 dólares y cupones de alimentos por adulto retornado.
En Colombia, los 26 migrantes que volvieron bajo este esquema recibirán atención de servicios sociales para facilitar su reintegración. El gobierno estadounidense asegura que esta nueva política de autodeportación busca una alternativa “humana” a las deportaciones forzadas, aunque muchos defensores de derechos humanos cuestionan su carácter realmente voluntario en un contexto de miedo y presión constante.