
Organizaciones civiles y congresistas demócratas denunciaron que las restricciones contra el aborto en Georgia, al sur de Estados Unidos, obligan a mantener viva de forma artificial a Adriana Smith, una mujer embarazada de 30 años con muerte cerebral.
Los médicos confirmaron hace más de 90 días el deceso cerebral de Smith, una enfermera en Atlanta, pero su familia debe mantenerla viva con aparatos porque Georgia solo permite la interrupción del embarazo hasta la sexta semana, según la agrupación Reproductive Freedom For All (Libertard reproductiva para todos).
“Por la cruel prohibición del aborto en Georgia, la familia de Adriana Smith está viviendo una pesadilla. Las familias merecen la libertad de hacer sus propias decisiones sobre sus seres queridos”, declaró la presidenta de la asociación, Mini Timmaraju, en un pronunciamiento.
La polémica arreció esta semana a nivel nacional después de que la madre de la joven, April Newkirk, describió a la televisión local WXIA-TV, afiliada de NBC, que padece una “tortura” porque los médicos demandan que su hija siga respirando con ventiladores hasta cumplirse 32 semanas de gestación.
El Hospital de la Universidad de Emory decretó la muerte cerebral de Smith en febrero y, desde entonces, permanece ahí porque quitarle los tubos respiratorios y otros aparatos mataría al feto, según el relato de Newkirk.
La madre asegura que la familia no tiene poder de decisión porque después de 2022, cuando la Corte Suprema estadounidense revocó el derecho constitucional al aborto, Georgia tiene una ley que prohíbe interrumpir el embarazo desde el momento en que el embrión muestra actividad cardíaca, alrededor de las seis semanas.
“La ‘Ley del latido del corazón‘ de Georgia no solo está quitando los derechos reproductivos, también está quitando los derechos básicos de las familias de tomar decisiones médicas por sus seres queridos”, comentó la asociación Black Women’s Health Imperative (imperativo de la salud de las mujeres negras) en una publicación.
Al embarazo de la mujer aún le quedan 11 semanas para alcanzar “el punto de viabilidad”, por lo que hasta entonces seguirá en este estado, advirtió el Caucus por la Libertad Reproductiva del Congreso estadounidense.
“Esta es la crueldad de las prohibiciones al aborto en su máxima expresión. Esto no es ‘promujer’, ‘provida’ o ‘profamilia’, esto es inhumanidad”, manifestó este viernes en un posicionamiento el Caucus, presidido por las demócratas Diana Degette y Ayanna Pressley.
Con información de EFE
Es increíble que en pleno siglo XXI sigan existiendo leyes que no toman en cuenta la humanidad de las personas. Obligar a mantener un embarazo en estas condiciones es simplemente inhumano. La familia de Adriana merece poder tomar decisiones sobre su vida y su salud sin que la ley se interponga. Es un tema muy delicado y debería haber más empatía en estas situaciones.
Es realmente preocupante que haya leyes que no tomen en cuenta situaciones tan delicadas como esta. Forzar a una familia a mantener un embarazo cuando la madre está en una condición tan crítica parece más un tema de política que de compasión. Al final, se trata de decisiones muy personales que deberían ser respetadas.
Es increíble que en pleno siglo XXI tengamos que enfrentar situaciones así. La ley debería proteger a las personas y sus derechos, no complicar aún más su dolor. Obligar a una mujer en esa condición a seguir con un embarazo es insensible y desconsiderado. Las familias merecen poder tomar decisiones difíciles sin que la ley les ponga más obstáculos.