
LIMA (EFE).— El difunto papa Francisco tenía una “confianza ciega” en Robert Francis Prevost Martínez, elegido el martes como su sucesor con el nombre de León XIV, y le había “echado el ojo” para que fuera sumo pontífice, afirmó ayer el cardenal peruano Pedro Barreto.
“El papa Francisco no podía decir quién le suceda, pero al nombrarlo a él (Prevost) como prefecto del Dicasterio para los obispos y tener una cercanía muy grande, una sintonía muy fuerte, una confianza ciega (…) yo diría que el papa Francisco le echó el ojo”, dijo Barreto en una entrevista con la emisora RPP.
Francisco quería como sucesor a Prevost
Según el cardenal peruano, que compartió con Prevost la Vicepresidencia de la Conferencia Episcopal Peruana, el entonces obispo de Chiclayo “tenía su fama de ser una persona muy cercana al papa Francisco”.
Recordó que Francisco lo nombró administrador apostólico de Chiclayo y después obispo de esa misma diócesis, hasta que en enero de 2023 lo designó para el Dicasterio para los Obispos.
Ese puesto, según monseñor Barreto, “es como un ministerio para los nombramientos de obispos de todo el mundo”, lo que le concedió el “privilegio y la gracia de acompañar durante dos años y un poco más al papa Francisco en los nombramientos de los obispos”.
Debido a su labor, dialogaba todas las semanas durante dos o tres horas con Francisco.
“Le echó el ojo para que el Espíritu Santo iluminara a los cardenales y lo eligieron abrumadoramente”.
Según recordó, había 133 cardenales electores y, para llegar a ser elegido, tenía que llegar a 89 votos, “pero él ha sobrepasado” esa cifra.
“Nunca sabremos exactamente qué cantidad (obtuvo), pero calculo que habrá salido con 100 o más votos”, afirmó. Ese dato muestra un “signo de cohesión y unidad en un mundo tan fragmentado”.
Finalmente, criticó que en algunos “medios digitales había críticas muy fuertes” contra Prevost “hasta 15 días atrás”, porque “gente con maldad quería ensuciar esta buena imagen” que tenía.
Es interesante ver cómo el cardenal Barreto menciona que le «echó el ojo» a Prevost. Sin embargo, me parece un poco raro que se hable de esto de una manera tan informal. La elección de un líder religioso debería ser un proceso más serio y reflexivo, no solo algo que se decide a simple vista. Espero que realmente se tomen en cuenta las cualidades y la experiencia de la persona, más allá de una simple corazonada.
Es interesante ver cómo el cardenal Barreto expresa su apoyo a Prevost, pero a veces siento que estas decisiones deberían ser más transparentes. La elección de líderes en la iglesia es un tema serio y no debería depender solo de una «mirada» o un deseo personal. Sería bueno que se tomaran en cuenta más voces y opiniones para que todos se sientan representados.
Es interesante ver cómo el Cardenal Barreto tiene tanta confianza en Prevost. Sin embargo, me pregunto si realmente es el momento de hacer esas declaraciones. La elección de un líder espiritual debería ser un proceso más cuidadoso y menos basado en «echar el ojo». La fe es importante, pero también lo es la transparencia y el debate en estas decisiones.