
Las mamás se merecen todo nuestro cariño y saben cómo ganárselo. El 10 de mayo es una fecha que sirve de recordatorio y pretexto para celebrarlas como es debido. Entre los muchos monumentos que encontramos en la CDMX, las mamás mexicanas tienen uno que las festeja todos los días del año. Aquí tenemos la historia del emblemático Monumento a la Madre.

En México, el 10 de mayo se escogió como el día del año para celebrar a las madres desde 1922, gracias a que el entonces secretario de educación José Vasconcelos le dio impulso a una propuesta del periodista y fundador del periódico Excélsior, Rafael Alducín, ya que en Estados Unidos se había declarado el segundo domingo de mayo para esta celebración desde 1914.

Esa propuesta norteamericana sirvió como iniciativa para que muchos países eligieran una fecha cercana para dedicarla a la celebración de la maternidad. La capital mexicana necesitaba un monumento dedicado a las madres y así, en 1944 comenzó la construcción del que sería nuestro Monumento a la Madre, ubicado en una zona céntrica de la ciudad.
Historia del monumento
La construcción de este conjunto escultórico que todos conocemos se promovió con un concurso entre los artistas de la ciudad y del país impulsado por Excélsior. El artista plástico Luis Ortiz Monasterio entregó la propuesta ganadora. La primera piedra del monumento la colocó el presidente Manuel Ávila Camacho, el 10 de mayo de 1944.

El conjunto escultórico compuesto por tres estatuas principales se levantó con la ayuda del arquitecto José Villagrán García y fue inaugurado oficialmente el 10 de mayo de 1949 por el presidente Miguel Alemán Valdés. Es un homenaje al sacrificio, el amor y la dulzura que saben entregar las mamás incondicionalmente, así como a su papel como protectoras y guías.

El monumento forma parte del Jardín del Arte de Sullivan y lo encontramos en Av. Insurgentes Sur, entre las calles de Villalongín y Sullivan, en el límite de las colonias Cuauhtémoc, Juárez y San Rafael. Es un referente de la ciudad, así como sede de eventos culturales, punto de reunión y de partida de diferentes manifestaciones.
Su diseño y composición
Este importante monumento está compuesto por tres esculturas diferentes, enmarcadas en un muro en el que se levanta una gran columna de 40 metros. Las esculturas tienen un diseño precolombino combinado con el art-decó y otros estilos artísticos de la época.

De un lado está una mujer que desgrana maíz como un símbolo de la fertilidad y la unión con la naturaleza. Al otro lado está un hombre que sostiene un libro y que simboliza el conocimiento y la educación. La escultura central es la madre con rebozo que carga a un niño pequeño como símbolo de protección y amor incondicional.

Al pie de la escultura central se puede leer la leyenda “A la que nos amó antes de conocernos”. En 1991 se añadió una placa con la frase: “Porque su maternidad fue voluntaria”. El conjunto es solemne e imponente con sus más de setenta años de antigüedad y sigue representando el amor materno de las mamás mexicanas y del mundo.
El monumento en el presente
Con el fuerte sismo del 19 de septiembre de 2017 la escultura central y su columna se derrumbaron. Después de los trabajos de reconstrucción, el monumento se reinauguró el 21 de noviembre de 2019 como una plaza pública. Su estructura se reforzó y los trabajos de restauración estuvieron a cargo del arquitecto Gabriel Mérigo Basurto.

Actualmente es un referente cultural de la capital. Es punto de entrada al Jardín del Arte de Sullivan, así como escenario de diferentes manifestaciones relacionadas con la maternidad, el respeto a la mujer y otros temas sobre el feminismo. El Monumento a la Madre es otro punto histórico de la capital. En diciembre de 2010 sirvió para rendir homenaje a la actriz Carmen Salinas.

Hoy nos ofrece un lugar lleno de paz en medio de la gran urbe. Es ideal para ir a reflexionar y pensar en todo lo que implica el amor materno que es inmenso y se entrega sin condición, así como en la manera en que podemos celebrar a nuestras madres cada 10 de mayo y todos los días del año.